Según la información oficial de la Cancillería, las relaciones bilaterales con ese país se caracterizan por «su alta densidad y amplio contenido», basadas en lazos históricos de amistad y solidaridad y «una nutrida agenda» en la actualidad, que incluye un fluido diálogo político, intercambios y cooperación en el ámbito de la cultura, las ideas, la ciencia y la tecnología.
Aliados en foros internacionales, Argentina y Francia comparten los valores de democracia, derechos humanos y la importancia del multilateralismo para la seguridad y la paz, y trabajan juntos por esos valores en el ámbito de la diplomacia mundial.

Además, en los últimos años, los dos países luchan conjuntamente para lograr la abolición universal de la pena de muerte, la igualdad de género y contra de la discriminación del colectivo LGBTI.
La economía francesa se encuentra entre las seis economías más grandes del mundo (la tercera de la UE), representando aproximadamente el 21% del PBI de la zona euro.

En el 2018 (últimos datos procesados), el comercio bilateral total alcanzó la cifra de 1.514,80 millones de dólares y las exportaciones argentinas durante ese año mostraron un repunte del 36% interanual.

Si bien la balanza comercial de bienes ha sido deficitaria para Argentina en los últimos años, en 2018 el déficit se redujo en un 33% (interanual) al ubicarse en 704 millones de dólares.
Según datos estadísticos franceses (Comtrade 2018), la Argentina ocupa el puesto 74 en origen de importaciones de Francia, y el sexto lugar como origen de importaciones entre los países de América Latina. Por otro lado, la Argentina ocupa el puesto 58 como destino de exportaciones francesas, y el cuarto lugar como destino de exportaciones hacia América Latina.

Los principales productos argentinos exportados a Francia en 2018 fueron harina y pellets de soja, moluscos, camarones, langostinos, sulfatos de condroitina y gas licuado propano. Estos productos representaron el 32% de las exportaciones argentinas a Francia.
Como contrapartida, los principales productos importados desde Francia en el mismo año fueron medicamentos, autopartes, automóviles para transporte de personas, motores diesel o semi-diesel y perfumes.
Estos productos representaron el 32% de las importaciones argentinas desde Francia.
 

El vínculo cultural y de amistad también se traduce en inversiones: Francia es el octavo inversor en el país, con varias empresas radicadas en la Argentina hace décadas.
La participación de inversiones francesas se destaca sobre todo en los sectores de energías renovables, petróleo y gas, infraestructura y automotriz, entre otros.