María Antonieta Cattaruzza, afirmó que tras un relevamiento en hoteles formales, de toda la provincia, se puede decir que la temporada de verano «fue positiva para el interior provincial y muy baja para la Capital», con un promedio que no alcanzó al 40% de ocupación, frente a un 92% en los diferentes departamentos.

Cattaruzza manifestó que para finalizar la temporada analizo junto a su equipo de trabajo los movimientos turísticos. Lamentó los datos de la Capital, y alentó a los empresarios del interior a continuar apostando al turismo interno. 

“En principio, luego de un diciembre negro en materia turística en la Capital, esperábamos un repunte en vacaciones, el que no se dio, pero si en el interior. Hemos registrado los alojamientos formales, ya que los demás carecen de datos y de controles. De acuerdo a nuestros registros, la Capital vivió uno de los peores veranos de la historia con un promedio de 38% de ocupación hotelera, frente a un 43% registrado en el año 2019. Es decir que nos fue mal y nos preocupa y sorprende porque en algunos hoteles y en algunos rubros no le fue tan mal, pero en promedio nos fue peor que otros años», dijo al hacer un balance la empresaria. 

Pero lo positivo estuvo en el interior de la provincia porque «en departamentos como Belén, Santa María, en Tinogasta y Fiambalá, Andalgalá, al igual que en El Rodeo, departamento Ambato, tenemos que decir que fueron lugares que nos sorprendieron este año por la gran cantidad de personas que visitaron y pernoctaron en los lugares con actividades y mayor atractivo. En los departamentos mencionados no bajan del 60%, 70% y más, de ocupación durante el verano. Realizando un promedio en todos los departamentos nos da un 92% de ocupación para el interior de la provincia, sin haber incluido, y en esto quiero ser clara, aquellos lugares donde seguramente les fue bien pero no hay datos. 

Por dar un ejemplo Balcozna, en Paclin, o en Antofagasta de la Sierra y otras zonas. Siempre lo destaco porque no todos tienen alojamientos formales, es decir que son controlados, y que tienen registrados a sus empleados”, aclaró. 

La empresaria agregó que el esfuerzo del sector hotelero y gastronómico, en tiempos de crisis, tuvieron que trabajar mucho más que otros años para brindar buenos servicios y no incrementar los precios para evitar pérdida de clientes afrontados los gastos para mantener los emprendimientos.