El desembarco del presidente Alberto Fernández en Villa La Angostura generó malestar en algunos sectores de la comunidad neuquina que, hasta el momento, registró solo cuatro casos de coronavirus al inicio del aislamiento obligatorio y mantiene estrictas medidas de seguridad para quienes ingresan desde Río Negro.

A mediados de abril cuando Bariloche, ubicada a solo 90 kilómetros, registró 49 casos activos de coronavirus y confirmó el contagio comunitario, el intendente de Villa La Angostura, Fabio Stefani, dispuso que los vecinos que viajaran a las localidades cercanas, deberían aislarse durante 14 días a su regreso.

«Nos han obligado a cuarentena estricta. Estamos imposibilitados de ir a Bariloche a hacer una consulta médica porque si vamos, tenemos que cumplir una cuarentena de 14 días al volver», destacó Juan Pedro Masut, un comerciante de Villa La Angostura. «Pero de repente, -añadió- el pueblo se ve invadido por 100 personas que no guardan las medidas de seguridad que nos dicen que nosotros debemos tener».

Una estudiante de Ciencias Políticas, Marina Salamida Detry, consideró «incoherente» la visita presidencial. «Resulta que estaba cerrada totalmente la provincia y hoy la abrieron. Viene el presidente con toda una comitiva del epicentro del contagio que no hace más que poner en riesgo nuestra salud», cuestionó la joven.

Otra pobladora de Villa La Angostura, Luz Ricardes, también calificó el recorrido del presidente como «una falta de respeto y una incoherencia». «Él es el primer anticuarentena con toda esta movida que está haciendo. Ayer ingresaron chivos de Las Lajas para la gente que se aloje en La Angostura.

¿No es que no se pueden hacer reuniones? Hoy, tenemos un policía en cada entrada de barrio. Es ridículo y persecutorio para nosotros. Pero para otros no», planteó.

En relación a la inauguración de Fernández de la planta de efluentes cloacales, Masut señaló que «es una excusa ya que está como estaba exactamente hace 8 meses cuando la recorrió el entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio».

«Este viaje es innecesario. Esa planta no va a estar operativa porque no se hicieron las conexiones cloacales. Hoy tenemos los hoteles vacíos: ¿a dónde se van a alojar estas cien personas? Los restaurantes están cerrados: ¿a dónde van a comer? El ejemplo lo tienen que dar las autoridades», objetó Masut.

Ante las reacciones de indignación, desde el hospital Dr. Oscar Arraiz, de Villa La Angostura, aclararon a través de un comunicado que «a toda persona proveniente de zonas de riesgo se le realizaron los controles de salud».

Ramiro Tornelli, director del hospital, recalcó que quienes ingresen a Villa La Angostura con motivo de la visita presidencial «no podrán circular por la localidad, sacando las actividades en agenda». «Es obligatorio el uso del barbijo y el distanciamiento. Se tomará la temperatura a toda la comitiva y también hay retenes con personal de salud controlando la temperatura», aseguró Tornelli.

El médico insistió en que «al tratarse de una localidad que no tiene casos y recibir tantas personas de zonas de contagio comunitario, se profundizan los controles. No pueden deambular. Trabajamos muy seriamente porque no nos podemos dar el lujo de que venga alguien y genere contagios». (Fuente: La Nación)


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