Un completo informe realizado por un sitio web Chubutense alerta sobre los peligros que significa la extracción de arenas silíceas o Puzolanas en aquella provincia, con similares características a la arenas que se extraen –en menor escala- en campos del “Instataco”, al oeste de la localidad de Medanitos, distrito Fiambalá, en donde también pone en riego el único bosque de algarrobo de la provincia y se está dañando seriamente el patrimonio arqueológico, de acuerdo a la información confidencial suministrada por personas vinculadas a ese trabajo que da cuenta que valiosas piezas de arte aborigen fueron dañadas por maquinaria y enterradas en fosas improvisadas en el lugar.

En la actualidad, vecinos de la localidad de Saujíl alertaron que en altas horas de la noche y la madrugada, misteriosamente se está trabajando en la extracción de arenas silíceas y transportadas –a esa hora- en camiones bateas de grandes proporciones generando constate deterioro en el asfalto de la ruta que conduce de Fiambalá al norte hasta el empalme de la Ruta N° 135.

Ahora con este informe abre el interrogante si el distrito de Fiambalá, en donde se incluye Medanitos, corren el mismo riesgo de las enfermedades que provocan las arenas silíceas, sumando la ciudad de Tinogasta y otras poblaciones del departamento por donde circulan los camiones en zonas urbanas cargados con este tipo de arenas, ya que hasta el momento, con mucho hermetismo, ningún responsable de la empresa, del estado provincial o el municipio dieron charlas explicativas de los trabajos realizados, la magnitud del mismo y posibles daños que pudiese causar estas labores.

De igual forma cuales son los beneficios que deja en la zona, ya que en la actualidad la mano de obra contratada en ese lugar es ínfima o casi nula, y los daños que están ocasionando en la actualidad superan altamente a los beneficios que tendrían que dejar en la zona.

Datos generales sobre la arena para fractura

La arena se usa para mantener abiertas las fracturas producidas mediante la inyección de grandes volúmenes de líquidos durante la fractura hidráulica de pozos de petróleo y gas.

La sílice, o dióxido de sílice, también llamada cuarzo, es uno de los minerales que se encuentran más comúnmente en la superficie del planeta.

Un pozo puede necesitar hasta 10.000 toneladas de arena, dependiendo del número de fracturas hechas en el mismo.

La arena para fracturas debe ser muy dura, de grano grueso, y redondeada.El tamaño de arena más peligroso para la salud es PM 2,5 (menores que 2,5 micrómetros) porque al respirarla llega hasta lo más profundo de los pulmones.

Problemas con las canteras de arena para fractura

Además de extensos daños ambientales en la superficie de un terreno naturalmente frágil como lo es la estepa patagónica, las canteras de arena para fractura le presentan a la comunidad dos nuevos problemas. Por un lado la extracción de arena levantará nubes de polvo de sílice muy fina y muy peligrosa dada la gran posibilidad de desarrollar una forma de cáncer en los pulmones llamada ’silicosis’.

Una vez extraída, la arena debe ser lavada y filtrada para asegurar la calidad y el tamaño adecuado para las operaciones de fractura hidráulica. El lavado de la arena incluye el uso de floculantes diseñados para eliminar rastros de barro y limo mezclados con la arena. Estos floculantes son peligrosos neurotóxicos con consecuencia gravísimas para la salud y deben ser evitados a toda costa.

Respecto a la silicosis

El polvo de arena fino en el aire causa silicosis.

La silicosis, una forma de cáncer, resulta de respirar este polvo.

En EEUU se registran hasta 7300 nuevos casos de silicosis por año.

La extracción de arena está prohibida en varios lugares de los EEUU.

Más de 200 muertes por año.

Una vez respirada la arena, puede tardar hasta 15 años para desarrollar cáncer de pulmón.

No se puede monitorear efectivamente la presencia de arena en el aire.

El tránsito de decenas de camiones pesados todos los días contribuirá ciertamente a la contaminación del aire con polvo de sílice.

Floculantes

Los floculantes se usan para remover barro e impurezas durante el lavado de arena.

Floculantes incluyen poliacrilamida, que con la temperatura se descompone en acrilamida.

La acrilamida es una neurotoxina y además es cancerígena.

La acrilamida afecta los brazos y piernas, siendo responsable por casos de parálisis y cáncer.

La acrilamida se filtra rápidamente y contamina acuíferos en superficie y subterráneos.

No hay manera de detectar efectivamente la presencia de acrilamida en el agua potable.

Una vez contaminada con acrilamida, el agua ya no se puede limpiar.

No hay estudios sobre el impacto de acrilamida en aguas de desecho de la limpieza de arena.

De acuerdo a World Health Organization (WHO) y la Food and Agriculture Organization (FAO) de las naciones Unidas “la acrilamida puede causar daños en el sistema nervioso de los seres humanos, tales como pérdida de sensibilidad y pérdidas de control muscular”. También puede resultar en “diabetes, ceguera, sordera, ataques al corazón, trombosis, y daños en los riñones”. En adición puede causar cáncer, cataratas, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y defectos de nacimiento”.

El Estado de California, EEUU, lista a la acrilamida junto a otros 800 productos químicos que presentan riesgos de producir cáncer o defectos de nacimiento (California’s Safe Drinking Water & Toxic Enforcement act of 1986).

Elabaucán