«Realizamos controles febriles en el aeropuerto, en la terminal de ómnibus, en los puestos camineros. Y se trabajó con Gendarmería donde había ingresos de turistas. Y si venían de otro país o habían viajado en los últimos 15 días les hacíamos la declaración jurada, los íbamos censando y pidiendo el aislamiento preventivo. Después hubo un seguimiento telefónico por si les aparecía un síntoma», detalló Palladino
La ministra de Salud reconoció que tener pocos habitantes es una ventaja. «Somos 400 mil habitantes en una provincia extensa, lo que dificulta para armar logística para estar en red, pero al ser menos es más fácil organizarse. Tuvimos a 800 personas en aislamiento y más de 500 fueron dadas de alta, aunque continúan en cuarentena».
A su vez, para ser una de las provincias sin casos de coronavirus no solo controlaron a quienes venían del exterior, sino también de otras partes del país. «Extendimos los controles también a personas que llegaban de provincias donde había casos. Tenemos mucha conexión con Córdoba, Tucumán y La Rioja porque muchos estudiantes nuestros estudian en esas provincias».
«En teoría no deberíamos tener el virus, pero sí nos preocupa el tema de personas asintomáticas, por eso fuimos estrictos con los aislamientos de los que venían de otro lugar. También desde hace 15 días acá hay barbijo social obligatorio o tapa boca en toda la provincia. Y también pedimos cuidados del hogar cuando compran alimentos», señaló Palladino.