Ya recibió la excarcelación, pero falta que el Tribunal acepte un seguro de caución para que se haga efectiva. De todos modos, no está garantizado que lo liberen este lunes.
Después de cuatro años y tres meses en prisión, Lázaro Báez cuenta las horas para salir de la cárcel. Consiguió la excarcelación por parte de la Justicia federal, pero aún le faltan pagar la fianza para lograr la libertad. La suya es una situación compleja: tiene tres expediente por lavado de dinero, con estatus diferentes respecto a su libertad. Además, el empresario K está procesado y siendo juzgado por haber lavado entre tres años, U$S 60 millones. El viernes pasado el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) por orden de la Cámara de Casación, firmó su excarcelación con una caución de $ 632 millones, pero la defensa adujo que no puede hacer frente a esa suma y este lunes se evaluará la situación: un seguro de caución podría ser la opción más viable y en la que piensa la defensa. El empresario K espera que la Justicia le dé un guiño y que con ese seguro, pueda lograr salir de Ezeiza
El dueño del Grupo Austral aguardará en el Penal de Ezeiza hasta que el TOF 4 resuelva qué hara con la suma fijada como caución real. Aunque espera que la Justicia le de un guiño y acepte el seguro que presentará su defensa. Sus abogados -Elizabeth Gassaro y Juan Martín Villanueva-, ya plantearon a través de un escrito que los $ 632.500.000 fijados era una suma “exorbitante y de imposible cumplimiento, justamente, en función de los múltiples embargos e inhibiciones impuestos en diversos expedientes”.
Lázaro Báez está procesado y enviado a juicio oral en siete expedientes, en seis de los cuales cuenta con la misma acusación: lavado de dinero. Otro número, de ese universos de investigaciones dos son compartidas con Cristina Kirchner.
En todas estas causas, el empresario K se encuentra embargado en más de U$S 700 millones, a lo que debe sumarse el juicio oral que comparte con la ex presidenta por la presunta corrupción en la obra pública: 51 contratos viales por $ 46.000 millones que recibió el Grupo Austral “plagados de irregularidades y sobreprecios”, versa la imputación. Allí, la medida cautelar asciende a $ 10.000 millones.
Por estos motivos, la defensa sostuvo que Lázaro Báez no tiene fondos para hacer frente a la caución real sugerida por el fiscal ante el Tribunal Abel Córdoba y que fijaron los jueces como condición para que deje el Penal de Ezeiza. En el derrotero judicial que afronta el dueño de Austral Construcciones se colocó un número a su fortuna. Según el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN), a sus 1.412 propiedades, autos y maquinarias le asignaron un valor de U$S 205 millones.
Al estar todos sus bienes embargados, los mismos no pueden ser utilizados para hacer frente a una caución. Por eso, los abogados reclamaron que se fije una fianza que no sea de “imposible cumplimiento para el imputado” y agregaron, “teniendo en cuenta su situación personal, las características del hecho atribuido y su personalidad moral”. La opción que se analiza es la posibilidad un seguro de caución, que deberá ser contratado por la defensa como garantía del comportamiento de Báez. Otra alternativa es reducir la suma de dinero exigida, pero la misma fue fijada por el fiscal y parece de difícil modificación.
El TOF 4 integrado por los jueces Néstor Costabell, Jorge Gorini y Daniel Obligado, puede, de todos modos, mantener firme la decisión que ordena el pago de $ 632 millones para que deje el penal de Ezeiza, de ser así, la defensa apelará y todo quedará en manos de la Cámara de Casación.
Pero la salida no es el único problema que arrastra Báez. Aún queda por definir sonde cumplirá su excarcelación. Los abogados pusieron como domicilio una vivienda el empresario en el barrio privado Ayres del Pilar, pero tras las quejas de los vecinos evalúan un nuevo domicilio. No quieren revelar donde sería por temor a más protestas. En Ayres del Pilar Báez debe 1.000.000 de pesos en expensas.
El debate puso una vez más, sobre la escena el cuantioso patrimonio de Báez que se encuentra cautelado y además, en otro expediente investigado junto a Cristina Kirchner, para determinar si esos miles de bienes adquiridos compulsivamente, fue a título personal o si procedió como testaferro de los ex presidentes.
Para la Justicia, la riqueza del empresario K que incluye la casa del barrio privado de Pilar, valuada en U$S 450.000 y donde busca cumplir el arresto domiciliario, sólo se explica a la luz de sus vínculos comerciales con Néstor y Cristina Kirchner. Con ellos firmó quince operaciones inmobiliarias que permitieron que los ex presidentes “hacerse de dinero líquido para por U$S 5 millones comprar el hotel Alto Calafate”. Meses antes, Báez creó Valle Mitre SRL destinada únicamente, a administrar los hoteles de los Kirchner, garantizando ingresos por $ 38 millones.
Hubo más. Con Cristina Kirchner tuvo un terreno en El Calafate en condominio tasado en $ 17.400.000, que permutó para que la vicepresidenta amplíe sobre un terreno de Austral Construcciones su hotel boutique. Además, construyó edificios para Los Sauces SA, la inmobiliaria en la que junto a Cristóbal López, se convirtieron en los principales inquilinos: el 86% de la facturación.
Todos estos negocios transcurrieron, mientras Lázaro Báez recibía contratos de obra pública vial. Según la causa de la Ruta del Dinero K, fue lo que posibilitó que su patrimonio se incremente un 12.127% mientras que el Austral Construcciones creció un 45.313%. Así, pudo hacerse de 1.412 propiedades por U$S 205 millones.