El diputado nacional por Catamarca Rubén Manzi (Juntos por el Cambio) cuestionó duramente una serie de medidas que se adoptaron en el PAMI con respecto a la entrega de bolsones alimentarios a jubilados en todo el país, y consideró que se trata de una maniobra “clientelar de La Cámpora”, que traerá aparejados grandes inconvenientes para los beneficiarios y para los Centros de Jubilados.

Asimismo, señaló que hay un proyecto para que la asistencia a los jubilados se realice con mayor transparencia, efectividad, y que va de la mano con las medidas de prevención para evitar la difusión del COVID-19.

En diálogo con Radio Ancasti, el diputado explicó que el PAMI, hasta antes de que se establezca la cuarentena, entregaba una suma de dinero a los Centros de Jubilados de todo el país para que cada una de estas entidades realizara la compra de los bolsones alimentarios que distribuía a sus asociados. Esta era una forma más de impulsar el funcionamiento de estas estructuras a lo largo de todo el país, y servía también para activar el movimiento económico en cada barrio, ya que las compras se hacían en comercios locales. Sin embargo, a raíz de las medidas de prevención, el PAMI modificó el sistema para centralizar la compra de alimentos.

“Ahora, el PAMI, más rápido que un rayo, el 16 de abril abrió un concurso de precios y el 23 lo cerró.

El único oferente fue Carrefour que le venderá la mercadería para los bolsones de todos los jubilados del país”, destacó Manzi, al tiempo que advirtió que este mecanismo no solo generará un alto costo por la logística que significará concentrar la compra de alimentos, para luego distribuirla desde Buenos Aires a todo el país puerta a puerta; sino que además va en contra de las medidas de prevención sanitaria, ya que se generará un gran movimiento interprovincial de vehículos y personal. “Esto está manejado por la Cámpora y va a ser un muestrario más de un operativo clientelar político”, afirmó.
Propuesta

Ante esta situación, el legislador señaló que hay un proyecto de ley presentado por la diputada Graciela Ocaña –y que él acompañó con su firma- que propone un método mucho más transparente, eficaz y que no transgrede las medidas de prevención sanitaria. “En 2005, cuando (Sergio) Massa era autoridad en Anses y Graciela Ocaña en el PAMI, instrumentaron una ayuda sanitaria especial muy fácil. A través del pago de las jubilaciones a quienes les correspondía, se les sumaba un ítem”, recordó.

El proyecto propone justamente eso. Que a través del cobro de las jubilaciones se les otorgue un monto extra equivalente al costo de los bolsones, para que puedan adquirir esos productos en los comercios de sus localidades. “Así se evita la manipulación política, se respeta la cuarentena y se evita la dificultad del transporte, etc.”, destacó.

“Y una vez normalizada esta cuestión, el mecanismo debe volver a los Centros de Jubilados que son un canal de contención para muchos jubilados, que generan actividades culturales, que les brindan compañía a los adultos mayores. Los tenemos que valorar y proteger, no hacerlos un costado. La problemática del adulto mayor es muy compleja, la soledad, la tristeza, la falta de actividad, la desconexión social les juega muy en contra”, graficó.

Nombramientos

Asimismo, además de la polémica por los bolsones alimentarios, Manzi cuestionó otros manejos desde que la Cámpora asumió el control de la obra social de los jubilados. Ya se había advertido que la nueva gestión comenzó a implementar una serie de despidos de trabajadores que estaban en planta permanente.

Ahora, a todos esos trabajadores “que fueron mal despedidos –sostiene Manzi-“, se les están abonando las correspondientes indemnizaciones.

“Se están gastando más de 115 millones de pesos mientras que, por ejemplo, aquí en Catamarca el personal reclama por la falta de elementos de seguridad para atender a la gente”, indicó. Y señaló que, a la par de los despidos, desde diciembre del año pasado se registran más de 700 nombramientos en todo el país en las oficinas de PAMI.