La devaluación parcial de Sergio Massa fue este lunes la comidilla principal en La Rural de Palermo, que ofreció de vidriera para que los presidenciables expongan sus propuestas de campaña hacia el sector. Antes del cierre de un panel que tenía en agenda al mediodía la presentación del mismísimo ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, los postulantes opositores y la Sociedad Rural cruzaron al Gobierno por la aplicación de un nuevo tipo de cambio para el maíz y las economías regionales, además de agregar el impuesto PAIS a determinadas importaciones.
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“Si hay algo que no nos da previsibilidad son las medidas de anoche”, marcó la cancha Nicolás Pino, titular de la Sociedad Rural, en la presentación de la jornada “Compromiso con una nueva Argentina”. Todavía no había subido el primer invitado, Javier Milei, al que seguían Horacio Rodríguez Larreta, Juan Schiaretti y Patricia Bullrich.
“Entendemos la necesidad del Gobierno ante la negociación del FMI, pero previsibilidad se genera en confianza”, remató Pino, recogiendo los primeros aplausos de la mañana.
Luego subió el candidato libertario, que prometió “ir al hueso” en sus quince minutos de exposición, y adelantó que en caso de llegar a la Rosada avanzará rápidamente en una “unificación cambiaria” y “eliminación total de las retenciones”. Milei calificó las recientes medidas de Massa como un “manoseo a los precios” y planteó sobre los tipos de cambio: “Estos parches de corregir uno, devaluar a dedo, no, no no… no es precio. El precio es el de mercado”.
El actual diputado de La Libertad Avanza dijo que el cepo al dólar “es profundamente inmoral” y etiquetó al peso argentino como “espantoso”. Machacó con su idea de eliminar el Banco Central para avanzar en una dolarización y adelantó que podría implementar esa medida en 24 meses.
En ese lapso, les prometió a los dirigentes y empresarios agropecuarios que las retenciones se utilizarían para adelantar el pago del impuesto a las Ganancias. “Ustedes tienen que superar el cepo, las retenciones y luego tienen 22 impuestos más que pagar. El fisco es una máquina de robar y no genera nada”, concluyó.
Milei recogió dos veces aplausos, sobre todo cuando cuestionó duramente a lo que él llama “la casta”. “Mi consenso es con los argentinos de bien. Yo no tengo que hacer ningún acuerdo con chorros, asesinos y ladrones”, respondió ante una pregunta del públicos sobre cómo avanzaría políticamente con sus propuestas. Había llegado acompañado solo por su hermana, Karina Milei, y un reducido equipo de prensa.
Larreta y la difícil pregunta sobre Lousteau
Mientras Milei bajaba por la derecha del escenario, Larreta subía por la izquierda para exponer su plan. Dijo que “el Gobierno tiene un prejuicio ideológico con el campo” y calificó a las retenciones al agro como “un pésimo impuesto”. Prometió eliminar a cero el impuesto desde el 10 de diciembre para las economías regionales y “un cronograma descendente realista y sostenible” para los granos más importantes, como la soja.
El jefe de Gobierno también tildó de “maraña de parches” los anuncios de Economía de anoche –oficializados a partir de hoy–. Aseguró que, en caso de llegar al poder, “se van a revisar todas las medidas que operen sobre ingresos futuros”.
“Tenemos que ir a un tipo de cambio único”, vaticinó Larreta, pero esquivó la promesa de levantar el cepo desde el primer día. “No es serio porque no hay dólares en el Central. Necesitamos recomponer reservas y reconstruir confianza”, planteó como precondición necesaria. Lo acompañaron en La Rural dos economistas cercanos: Alfonso Prat-Gay y José Luis Espert.
Entonces le tocó responder dos preguntas del público, que fueron punzantes. Primero evitó dar un nombre sobre un potencial ministro de Agricultura en su gobierno y luego le tocó defender a Martín Lousteau, aliado suyo en JxC, que siendo ministro de Economía de Cristina Kirchner buscó aplicar la histórica resolución 125 sobre las retenciones a la soja.
“Es demasiado preguntar quién sería el ministro. El manoseo de adelantar nombres no es serio y no ayuda”, contestó ante la consulta sobre el armado de su hipotético gabinete. Tampoco dijo que vaya a existir una cartera específica para el área. “La organización del gobierno va a ser consecuencia de la austeridad que queremos. La importancia que se le da a una política pública no tiene nada que ver con el raviol que pongamos”, dijo.
Tuvo que soportar el aplauso cerrado del auditorio cuando alguien anónimamente le preguntó puntualmente por qué “tiene en su equipo a alguien que apoyó la 125”. Buscó salir airoso al decir que era “una buena pregunta”, y se desligó de la precandidatura de Lousteau como jefe de Gobierno, así como de su apoyo político en la interna cambiemita: “En cada distrito cada partido elige a sus autoridades. Yo me remito a dialogar e incorporar a quien cada partido decide”, dijo sobre el senador nacional de extracción radical.
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MC/MG