
El hecho ocurrió en el mes de junio cuando la joven concurrió a la guardia de la Maternidad porque se encontraba con fuertes dolores abdominales y recibió una presunta mala atención, “consideramos que hubo violencia obstétrica porque uno de los médicos le manifestó que era un capricho el que tenia al pedir la cesárea. Se perdió un tiempo en el que se podría haber ayudado al bebé y evitar el desenlace que tuvo”.