Teniendo en cuenta que el coronavirus SARS-CoV2, responsable de producir la enfermedad COVID-19, tiene membranas proteínicas y grasas, cualquier detergente y jabón es adecuado para la limpieza ya que el palmitato de sodio es su elemento básico y disuelve la membrana grasa del virus que se vuelve inactivo.
Es importante, para disminuir el riesgo de transmisión y contagio de esta y otras enfermedades, limpiar y desinfectar con regularidad las superficies del hogar que se tocan frecuentemente. La contaminación de superficies y objetos es una de las vías más frecuentes de transmisión de las infecciones respiratorias.
La desinfección debe realizarse diariamente, y la frecuencia depende del tránsito y de la cantidad de personas, la época del año y la complementación con la ventilación de ambientes.
Antes de aplicar cualquier tipo de desinfectante debe realizarse la limpieza de las superficies con agua y detergente. Esta limpieza tiene por finalidad realizar la remoción mecánica de la suciedad presente.
Limpieza húmeda
La forma sugerida es la limpieza húmeda con trapeador o paño, aplicando la técnica de doble balde y doble trapo:
Preparar en un recipiente (balde 1) una solución con agua tibia y detergente de uso doméstico suficiente para producir espuma.
· Sumergir el trapo (trapo 1) en la solución preparada en balde 1, escurrir y friccionar las superficies a limpiar. Siempre desde la zona más limpia a la más sucia.
· Repetir el paso anterior hasta que quede visiblemente limpia.
· Enjuagar con un segundo trapo (trapo 2) sumergido en un segundo recipiente (balde 2) con solución de agua con detergente.
Desinfección de superficies
Una vez realizada la limpieza de superficies se procede a su desinfección.
· Colocar 10ml (2 cucharadas) de lavandina de uso doméstico en 1 litro de agua. De utilizar una lavandina comercial con concentración de 25 g/l, se debe colocar el doble volumen de lavandina para lograr una correcta desinfección.
· Sumergir el trapeador o paño en la solución preparada, escurrir y friccionar las superficies a desinfectar.
· Dejar secar la superficie.
Ventilación de ambientes
La ventilación de ambientes cerrados, sobre todo en período invernal o de bajas temperaturas, debe hacerse con regularidad para permitir el recambio de aire.
En otras circunstancias y lugares se recomienda que se asegure el recambio de aire mediante la apertura de puertas y ventanas que produzcan circulación cruzada del aire.