El canciller de México, Marcelo Ebrad, confirmó esta tarde que su gobierno concedió asilo político al expresidente boliviano Evo Morales.
La noticia llega después de una marcada incertidumbre sobre el paradero y el futuro de Morales. El ex mandatario, sin embargo, en las últimas horas se había mantenido activo en las redes sociales, que utilizó para denunciar una feroz represión contra sus simpatizantes.
“Les informo que hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales mediante la cual ha respondido a nuestra invitación y solicitó verbalmente y formalmente el asilo en nuestro país”, el canciller Ebrard en rueda de prensa. Y subrayó que el asilo se concedió “por razones humanitarias”.
Entre el domingo y este lunes, la embajada mexicana ya había recibido a unos 20 funcionarios y partidarios del gobierno saliente, preocupados por su integridad en un ambiente de creciente conflictividad.
Además, el Congreso de Bolivia recibió este lunes la carta de renuncia a la presidencia Morales, anunciada el domingo en un mensaje televisado, en la que afirma que su dimisión “obligada” es producto de un “golpe político, cívico y policial”.
El primer gobierno indígena del país “termina hoy, con mi renuncia obligada a la presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, producto de un golpe de Estado político, cívico y policial”, señala Morales en un fragmento de la nota, entregada la tarde del domingo y divulgada recién este martes.
Este día “los humildes, los trabajadores, los aymaras y quechuas e indígenas de tierras bajas empezamos el largo camino de la resistencia para defender los logros históricos del primer Gobierno indígena”, escribió el exmandatario.
“Mi responsabilidad como presidente indígena y de todos los bolivianos es evitar que los golpistas sigan persiguiendo a mis hermanos”, sostuvo en la misiva.
El Senado se apresta a elegir a su sucesor el martes, según fuentes oficiales.
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