Millones de chinos volverán el próximo lunes a sus puestos de trabajo tras el final de las vacaciones de fin de año y el gobierno mantendrá una alerta máxima por el coronavirus, que ya dejó 305 muertos, incluido el primero fuera de China, y 14.380 infectados, mientras se espera que mañana inauguren uno de los nuevos hospitales construidos.
Según los últimos datos, el número de fallecidos se encuentra en 305 (46 más que el sábado), mientras que la cifra de infectados por esa enfermedad en territorio chino se situó en 14.380, unos 2.590 más que el pasado sábado.
Hasta ahora todos los fallecimientos se habían producido en China pero se confirmó que un hombre de 44 años de nacionalidad china falleció en Filipinas, adonde había viajado desde Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus.
Durante este domingo las medidas de control en estaciones de tren, aeropuertos y carreteras de acceso a las grandes ciudades se multiplicaron ante la inmensa cantidad de gente que está volviendo a sus casas después de las vacaciones.