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- Publicado: Jueves, 12 Marzo 2020 10:28
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Vecinos caminaron durante tres horas con una “angarilla”
Murió en un paraje de Palo Blanco y fue una odisea bajar su cuerpo
Un hombre identificado como Julio Araya de 47 años de edad fue encontrado muerto en una zona conocida como Loma Grande en Pablo Blanco en Fiambalá y pese a que en primera instancia se creyó que podría tratarse de un asesinato, al conocer el relato de los familiares y al ser revisado por un medico se comprobó que padecía serios problemas cardiacos que habrían sido el detonante del deceso.
El hombre residía en el paraje Loma Grande, a más de 30 kilómetros de Palo Blanco. – eldiariodecatamarca.com
Pero más allá del fallecimiento, la noticia fue la odisea que tuvieron que sortear familiares y vecinos para bajar el cuerpo ya que tuvieron que hacerlo en andas durante tres horas.
El hecho se registró el martes, cuando personal de la Comisaría de Fiambalá mediante un informe realizado desde el Destacamento Policial de Palo Blanco, toman conocimiento que en un paraje denominado Loma Grande, distante a más de 30 km al oeste de esa localidad, se encontraba sin vida un hombre el cual habría sido encontrado por familiares.
Se trata de una zona de alta montaña habitado generalmente por productores caprinos. – eldiariodecatamarca.com
Inmediatamente partió una comitiva conformada por personal policial y médico de turno, acompañados por vecinos y baqueanos. Una vez en el lugar el facultativo determinó que la muerte fue por causas naturales, ya que el occiso habría tenido antecedentes de problemas cardíacos por lo tanto no hubo necesidad de realizar la autopsia.
Posterior a las pericias correspondientes y por orden de la Fiscalía de la 5° Circunscripción, con la colaboración de vecinos bajaron desde el cerro con el cuerpo en una angarilla, debiendo caminar por más de tres horas hasta llegar al lugar en donde pueden acceder solamente vehículos 4X4 para luego trasladarlo hacia Palo Blanco.ecién cerca de las 20:00, por disposición de la justicia el cuerpo fue entregado a sus familiares para su posterior inhumación.
Según se conoció, el hombre fallecido, como muchas personas más de la región, habitan en zonas cordilleranas de alta montaña, dedicándose para su subsistencia a la pequeña producción de caprinos, y a la elaboración de quesos y quesillos criollos para su comercialización lo cual genera el único ingreso económico para mantener a sus familias.