El Gobernador Raúl, junto a su equipo de gobierno, acompañó a los propietarios de la empresa Natilla S.A. en el despacho del primer cargamento de 1950 cueros de origen vacuno, frescos y salados, que se envió desde el Parque Industrial El Pantanillo con destino a China a través de un operador británico.

Se trata del primer cargamento sobre un total de cinco similares, comprometidos para los próximos días, en una operación de comercio exterior que “posiblemente hará punta en el país”, según consideraron los propietarios de la firma.

El mandatario estuvo acompañado por el ministro de Inversión y Desarrollo Aldo Sarquís; de Industria y Comercio, Lisandro Álvarez, el senador nacional, Dalmacio Mera; el director de Comercio Exterior Gabriel Molina y el contador de la empresa, Maximiliano Canata.

Sarquís destacó la importancia de esta actividad teniendo en cuenta el marco de pandemia que atravesamos y abrigó la esperanza que sirva para lograr más contactos internacionales. “La relación comercial con China es interesante, también hay posibilidades de iniciar con ellos intercambios en el tema porcino, así que alentamos este tipo de iniciativas y las acompañamos desde el Gobierno”, dijo el ministro de Inversión y Desarrollo.

Si bien el monto global de la operación no es muy importante, según explicaron desde la empresa, la venta se decidió para aprovechar una exención arancelaria que estuvo vigente para ese producto en particular hasta la semana pasada y que sería extendida mediante un decreto nacional en los próximos días.

“Si la exención se extiende, seguiremos enviando; si no, es probable que ya no convenga”, explicó el contador de la firma Maximiliano Canata. “La operación se hizo a través de un operador de Londres, y la verdad es que los cueros no tienen demasiado mercado en el mundo. Por eso este interés de los chinos es bienvenido porque nos permite sostener los puestos de trabajo que

La venta de cueros representa, para esta planta faenadora de carnes, una solución para el destino de esta materia prima que habitualmente se desecha o se vende a bajo precio para artesanías, igual que en la mayoría de las industrias cárnicas del país.