Ante esta situación, se abrió una investigación interna para identificar a las personas que, tratando de oficiar de “punteros” barriales, abusan de la buena fe de otros vecinos y reclaman supuestos porcentajes para obtener un rédito ilegítimo».

Según informó el municipio, el intendente capitalino, Gustavo Saadi, ordenó que se revisen todas las actuaciones y si es necesario se avance con las acciones penales correspondientes, ya que “bajo ningún punto de vista vamos a tolerar que se lucre con las necesidades de los vecinos”.

Paralelamente, se redefinirán los trámites de entrega de subsidios desde la Municipalidad, para cerrar toda posibilidad de que alguien interfiera en un procedimiento «esencialmente solidario».

El secretario de Salud y Desarrollo Humano, Alberto Natella, explicó que la operatoria ya estaba vigente en el municipio, pero se podría haber tergiversado en los últimos meses de año pasado. Consideró que se trata de «pícaros» que reúnen la documentación de los beneficiarios (DNI o historias clínicas) y solicitan algún tipo de subsidio para una determinada cantidad de personas. Presentan la documentación en la comuna y, cuando se autorizaba, el beneficiario cobraba en Tesorería, pero después el supuesto gestor le solicitaba un determinado porcentaje por haber iniciado el trámite. 

Según comentó, hasta ahora se descubrió la actuación de «cuatro o cinco manipuladores» que gestionaban para 80 o 90 personas cada uno. La intervención del municipio se pudo concretar a partir del testimonio de los beneficiarios que expresaron su malestar por esas prácticas fraudulentas. 

Natella planteó, además, que se analiza cambiar la metodología para otorgar la ayuda social de tal forma que los más excluidos no sean víctimas de personas inescrupulosas. Una posibilidad es bancarizarla..

Por ahora, la asistencia social continúa vigente.Lo que se suspende es la intervención de los gestores que actuaban desde el año pasado.