Nueva York, 27 feb El público neoyorquino se puso este domingo en pie para despedir al bailarín principal español Gonzalo García, que se retira de los escenarios después de quince años en la compañía New York City Ballet (NYCB) y tras toda una vida dedicada a la danza clásica. García (Zaragoza, 1979) dijo adiós con un variado repertorio que arrancó con el «Opus 19/The Dreamer», cuya coreografía fue creada por Jerome Robbins, considerado una de las figuras más importantes de la compañía neoyorquina. Acto seguido, rindió homenaje a Justin Peck, el coreógrafo residente del NYCB desde 2014, bailando la original pieza «Rotunda», para después recordar al fundador de la compañía, George Balanchine, con la obra narrativa «El hijo pródigo». La retirada del bailarín español, marcada por un aplauso de diez minutos de duración en el teatro David H. Koch de la Gran Manzana, no es una sorpresa, porque García había llegado a la conclusión de que colgaría las zapatillas a los 40 hacía ya tiempo. «Es una decisión que no viene de ahora, sino de hace mucho tiempo. Cuando ya entraba a los 30 siempre decía que me retiraría a los 40», explicó a Efe pocas horas antes de su espectáculo final en la NYCB. La pandemia del coronavirus y una operación a la que se sometió a los 38 años retrasaron un par de años su retirada, pero García está convencido de que «este es el momento adecuado». «Me encuentro bien físicamente y con posibilidades de seguir bailando, pero hay que cerrar una etapa para vivir otra», afirmó. El bailarín, que llegó a EE.UU. con 15 años para incorporarse primero a la compañía de ballet de San Francisco para pasar 12 años después a la de Nueva York, dedicará ahora la mayoría de su tiempo a la enseñanza en la School of American Ballet, donde es profesor desde hace unos años. No descarta, sin embargo, volverse a calzar las puntas «si surgiera la oportunidad de trabajar con un coreógrafo que hiciera un trabajo que fuera un reto o una nueva experiencia». Aunque García ha pasado buena parte de su carrera en EE.UU., la pandemia permitió que pudiera bailar en su país natal, algo que no hacía desde su adolescencia. El aragonés interpretó «Apollo» en el Teatro Real en 2020, invitado por Joaquín de Luz, el español que también fue bailarín principal de la compañía neoyorquina hasta octubre de 2018, y que ahora dirige la Compañía Nacional de Danza. «Eso me salvó la vida porque casi no había bailado en España, porque me fui cuando tenía 15 años. Ya daba por hecho que no iba a bailar en el Teatro Real, que siempre fue un gran sueño», confesó García. «Al final la pandemia me trajo algo que pensé que ya no iba a pasar», concluyó.

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