El gobernador Raúl Jalil está empecinado en desrtruir al Peronismo cueste lo que cueste y para ello todos los días hace el honor a la clausula 3 del pacto de Ipizca entre el ex senador nacional Oscar Castillo y el.propio primer mandatario quienes se reunieron en Ipizca  departamemto Ancasti, mientras el intendemte Santillan fritaba las empanadas y custodiaba que nadie ingrese a la finquita de Oscar.

Para ello Raúl demuestra con mucha firmeza que no le tiembla el pulso a la hora de echar a dirigentes con extensa trayectoria y demostradas capacidades para ocupar funciones en áreas del gobierno provincial o municipales, pero eso poco importa a gran Zaúl, el primer requisito que pide es que provenga de las filad de JxC y si es de la UCR y Celeste mucho mejor.

Por ello, tiene impregnados los ministerios, secretarias y asesorías de adherentes, militantes y dirigentes de JxC y especialmente de la UCR. Ahora el turno fue en Santa María donde sacaron al director del hospital Dr. Hipolito Contreras (h) con mucha historia personal y familiar dentro de las filas del peronismo ya que su familia fue clave en el triunfo del ’83 cuando consagró a Ramón Eduardo Saadi como gobernador mientras la UCR festejaba el triunfo que después no fue.

Contreras ademas es un reconocido profesional de la salud y un profesional muy querido por estar siemore dispuesto a resolver los problemas de los santamarianos  lamentablemente eso no importó mucho a los actuales funcionarios provinciales de la salud y el gobernador Jalil.

El Gral. Juan Domingo Perón dejó en la memoria de todo el pueblo argentino aquella fráse que grafica lo que podría suceder ante las actitudes de quienes toman las decisiones y cometen injusticias contra los interes del pueblo y del peronismo “Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”.

Sin ninguna duda que los militantes y dirigentes están viviendo un hartazgo del ninguneo y el manoséo al que son sometídos y que lo sufren del propio partido y de quien ostenta el cargo de mayor representación al que pueda aspirar cualquier dirigente.

Alguien deberá revisar las actitudes si es que de verdad quieren seguir en la senda del triunfo porque muchos no se sienten representados y para evitar males peores hay una sola manera de resolverlo, cumplir con el compromiso ante el pueblo que vota y acompaña en cada elección, de contar con un gobierno y políticas peronista.