En los últimos días, tanto China como Estados Unidos reportaron muertes a causa de la peste bubónica y encendieron las alarmas de las autoridades sanitarias. La enfermedad, que causó la pandemia de la peste negra en el siglo XIV y se cobró la vida de unas 25 millones de personas en aquel entonces, es considerada una de las enfermedades más peligrosas del mundo.

Los primeros casos fueron detectados en China, donde al menos dos personas murieron en los últimos tres días, según informaron las agencias locales. Los decesos, ocurridos en la región septentrional china de Mongolia Interior, provocaron el cierre de la aldea Suji Xincun.

Desde el viernes, las autoridades locales aumentaron el nivel de prevención y control de la peste, al anunciar que la medida se mantendrá hasta el final del año. La misma decisión fue tomada por los funcionarios de la ciudad de Baotou, donde también falleció una persona el jueves, según informó Global Times.

A su vez, en la ciudad de Bayannur anunciaron una serie de medidas preventivas tras detectar este fin de semana un caso. La Comisión de salud de la ciudad prohibió la caza y consumo de animales que puedan transmitir la peste, en particular las marmotas, y exhortó a los habitantes a informar sobre cualquier roedor muerto o enfermo que encuentren.

Por su parte, Mongolia -que ya había decretado cuarentena en dos provincias de su territorio ante casos sospechosos de la enfermedad- reportó otro posible infectado: se trataría de un niño de 15 años.

Cabe destacar que la semana pasada habían sido confirmados otros dos casos en la provincia mongola de Khovd: dos hermanos que habían comido carne de marmota. A raíz de estos contagios, unas 150 personas fueron puestos bajo cuarentena por haber mantenido contacto con los dos hombres.

También en Estados Unidos

Desde el otro lado del planeta, Estados Unidos reportó la muerte de un joven de 20 años, residente de Nuevo México. El Departamento de Salud informó que es la primera víctima registrada desde 2015. “Se llevará a cabo una investigación ambiental en la casa de la persona para buscar un riesgo continuo para los familiares inmediatos, vecinos y otras personas en la comunidad circundante”, informaron las autoridades.

En una nota enviada a los medios de comunicación, la OMS dijo haber sido informada por China “el 6 de julio de un caso de peste bubónica registrado en Mongolia interior”. Y explicó que está supervisando los casos, aunque reconoció que “no representa una gran amenaza” y está “bien gestionada”.

“Por el momento no consideramos que haya un riesgo alto, pero estamos supervisando de cerca” la situación, junto a las autoridades chinas y mongolas, indicó la portavoz de la OMS, Margaret Harris, durante una conferencia de prensa en Ginebra.

La peste bubónica se transmite de animales a humanos por picaduras de pulgas infectadas o por el contacto directo con cadáveres de pequeños animales infectados. Entre los síntomas, se encuentran la aparición repentina de fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas y dolor extremo e hinchazón de los ganglios linfáticos, que se registran entre de dos a siete días después de la exposición. La peste puede tratarse eficazmente con antibióticos cuando se diagnostica temprano, por ello es necesario consultar a un médico con premura.