Una gran parte es por reinversión de utilidades que no pudieron salir del país.
Brasil y España también fueron inversores potentes.
Los dos países con los que el Gobierno mantiene tensiones ingresaron en conjunto US$ 6.700 millones, superando los US$ 4.700 millones de Estados Unidos.
Si se las considerara como un conjunto, Brasil y España fueron las mayores fuentes de inversión de la Argentina el año pasado. La economía vecina inyectó US$ 3.725 millones y la nación europea, US$ 3.037 millones. Así, los dos países con los que el Gobierno mantiene tensiones ingresaron US$ 6.700 millones, superando los US$ 4.700 millones de Estados Unidos, el principal origen de flujos de inversión.
Según el informe sobre inversión extranjera directa (IED) del Banco Central, Brasil y España ocuparon el segundo y tercer lugar en ingresos netos; Suiza, el cuarto con US$ 1.749 millones, Países Bajos, el quinto con US$ 1.268 millones; China, el sexto con US$ 1.046 millones; Uruguay, el séptimo con US$ 935 millones; Alemania, el octavo con US$ 798 millones; y el resto con US$ 5.231 millones.
En total, los flujos alcanzaron los US$ 22.352 millones en 2023, un 48% más que los US$ 15.260 millones en 2022, explicado por US$ 13.667 millones en transacciones de deuda (+55%), US$ 7.125 millones de reinversión de utilidades (+45%) y US$ 1.565 millones de aportes de capital (1%), mientras las fusiones y adquisiciones tuvieron egresos por US$ 4 millones (-96%).
“España y Estados Unidos concentraron, en conjunto, el 64% de la reinversión de utilidades durante el 2023. En el resto de los países mencionados, a excepción de China (cuyo principal flujo también fue la reinversión), las transacciones de deuda fueron el principal flujo transaccional de IED en el año, destacándose por magnitud Brasil y Suiza”, informó el Banco Central.
Para Franciso Ritorto, el incremento de inversión parece explicarse mayoritariamente por los flujos de deuda. “Esto responde principalmente al incremento de la deuda comercial por los desequilibrios cambiarios acumulados, y la mayor parte corresponde a la industria manufacturera, dependiente de las importaciones de insumos”, sostuvo el economista de ACM.
En el cuarto trimestre de 2023, se observaron ingresos netos de IED por US$ 6.557 millones originados principalmente en las transacciones de deuda (US$ 3.750 millones) y reinversión de utilidades (US$ 2.357 millones), mientras hubo ingresos netos por aportes de capital por US$ 485 millones (en minería e industria) y egresos netos de US$ 35 millones por fusiones y adquisiciones
La reinversión de utilidades se vio alentada por la imposibilidad de girar divisas al exterior debido al cepo o bien por la apreciación del tipo de cambio, lo que lleva a las empresas a invertir en bonos, leliqs y pases. El 85% de ese rubro lo explicó el sector financiero en el cuatro trimestre. En cambio, los aportes de capital, que sirven para ampliar una empresa, siguen en niveles bajos.
El stock de IED, por otra parte, alcanzó los US$ 127.556 millones a fines de 2023, con participaciones de capital de US$ 77.093 millones, e instrumentos de deuda por US$ 50.462 millones. “Con relación al trimestre previo, se observó una caída del stock US$ 15.609 millones, explicada principalmente por las variaciones en el tipo de cambio y otras variaciones”, informó el BCRA.
Estados Unidos se ubicó como el principal origen de la inversión extranjera directa, con un stock de US$ 23.901 millones, un 19% del total de tenencias. En segundo lugar, se encontró España, con US$ 18.336 millones (14%) y en el tercero Países Bajos, con US$ 14.565 millones (11%). Esos tres países concentraron el 45% del stock, mientras que Brasil ocupó el cuarto puesto, con US$ 9.699 millones.