A raíz de la crisis económica, el Gobierno postergó el aumento en el impuesto a las ventas de los combustibles líquidos hasta el próximo 1 de febrero. Se trata de un monto que, en el caso del gasoil, llega a $2,21 por litro en algunas zonas y se ajusta trimestralmente según el IPC medido por el Indec.

La medida se oficializó este martes a través del decreto 103/2019, publicado en el Boletín Oficial. El decreto plantea que para los hechos imponibles «entre el 1 de diciembre y el 31 de diciembre de 2019», el incremento se aplicará a partir del 31 de enero de 2020. De la misma manera, posterga del 1 de enero al 1 de febrero, la aplicación del monto total del impuesto.

Tal decisión está vinculada con la ley 27.541, conocida como la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, por la cual se aprobaron una serie de emergencias económicas. El decreto se refiere a «la estabilización de los precios de los combustibles» para lo que se hace necesario «diferir el impacto que podría derivarse de las actualizaciones de los montos del impuesto sobre los combustibles líquidos».

La aplicación del impuesto sobre los combustibles líquidos contempla un monto fijo de $ 2,246 por litro, cuando se destine al consumo en el área de influencia de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Patagones (Provincia de Buenos Aires).

Según la ley 23.966 y sus modificaciones, los incrementos están previstos para los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, «considerando, en cada caso, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que suministre el INDEC, correspondiente a cada trimestre».