BEREA, Ohio, EE.UU. (AP) — Deshaun Watson trotó hacia el campo en medio de una tenue serie de aplausos el sábado, durante la primera práctica abierta de los Browns de Cleveland.
La reacción notablemente fría es un reflejo de la incertidumbre que rodea al controversial nuevo quarterback de Cleveland.
Watson recibió toda la atención mientras los Browns entrenaban en el centro de prácticas a capacidad prácticamente completa. El mariscal de campo saludó a la afición mientras corría al centro del campo, pero no habló con la prensa.
El quarterback de 26 años espera la decisión de la jueza en retiro Sue L. Robinson, quien determinará si Watson violó las políticas de conducta personal de la NFL después de que 24 masajistas de terapia lo acusaron de abuso sexual. Es posible que se le imponga una larga suspensión.
“Estoy ansioso por salir juntos a jugar, sea la semana que sea”, indicó el tight end de Cleveland David Njoku. “Confío en que sea antes de lo esperado. Estoy entusiasmado y no puedo esperar”.
Watson, elegido tres veces al Pro Bowl, firmó un contrato de cinco años y 230 millones de dólares con los Browns tras un canje con Houston a cambio de tres selecciones de primera ronda en marzo. Era integrante de los Texans cuando habrían ocurrido los abusos.
Dos jurados de investigación en Texas declinaron presentar cargos contra Watson en las acusaciones penales. Arregló 20 de 24 demandas civiles en su contra y el abogado que representa a las mujeres indicó que espera que el caso de las cuatro mujeres restantes llegue a la corte la primavera próxima.
Watson no fue abucheado durante el entrenamiento, pero el defensive end All-Pro Myles Garrett y el corredor Nick Chubb fueron recibidos en el campo con ovaciones fuertes y largas.
“Puedes observar por la asistencia que la gente está con los Browns, pero creo que los aficionados son precavidos”, indicó Hans Schneider, alcalde de Wellington, Ohio y portador de un pase de temporada desde hace 21 años. “Una vez que tomen una decisión sobre Watson, habrá claridad”
Watson interactuó con decenas de jóvenes aficionados tras la práctica de 80 minutos, pacientemente firmó autógrafos y se tomó fotos. También regaló sus zapatillas como premio tras jugar piedra, papel o tijera.
Debido a las restricciones de COVID-19 las últimas dos campañas, los Browns limitaron el ingreso al campamento al público. El safety Grant Delpit espera reponer el tiempo perdido.
“Realmente nunca he estado aquí con todos los fanáticos, entonces nos vamos a divertir”, indicó Delpit. “Me reuniré con niños y les alegraré el día. Intentaremos hacerle el día a algunas personas aquí”.
Infobae