Hace catorce años, el 22 de mayo de 2010, un programador llamado Laszlo Hanyecz hizo una compra que se convertiría en una anécdota legendaria en el mundo de las criptomonedas: pagó 10.000 bitcoins por dos pizzas familiares.
Este hecho, que pasó a la historia como el Bitcoin Pizza Day, destaca no solo por ser una de las primeras transacciones comerciales con bitcoin, sino también por el increíble valor que esos bitcoins tendrían hoy en día.
“Pagaré 10.000 bitcoins por un par de pizzas… quizá dos grandes, así me quedan sobras para el día siguiente”, decía Hanyecz en un anuncio en Bitcointalk el 22 de mayo de 2010. Por aquel entonces, la hoy famosa criptomoneda era algo muy nuevo y apenas tenía valor: su oferta se podría equiparar a unos 41 dólares.
La transacción se realizó y Hanyecz recibió sus pizzas, probablemente sin imaginar el impacto que su compra tendría años después.
70.000 USD por un bitcoin
Mucho ha llovido mucho desde la compra de Hanyecz. Tanto que en este momento 10.000 BTC equivalen a casi 650 millones de euros, ya que actualmente el valor de un bitcoin está en 69.597,40 dólares. Lo que son unos 64.250 euros.
Precisamente esto es más relevante que otros años porque la moneda digital más popular del mundo está en horas altas. A principios de marzo esta subida ya se preveía cuando superó los 65.000 dólares y poco después superó su máximo histórico, llegando a las 73.000 dólares.
Comida a domicilio
Aunque ahora sabemos que el Bitcoin es valioso, en aquel mayo de 2010 poco se sabía de esta y de otras criptomonedas o de cómo evolucionaría su valor. El joven Laszlo solo quería “comida a cambio de Bitcoins para no tener que pedirla o prepararla” él mismo. El mensaje completo era el siguiente:
“Pagaré 10.000 Bitcoins por un par de pizzas… quizá dos grandes, así me quedan sobras para el día siguiente. Me gusta dejar pizza para picar más tarde. Puedes hacer la pizza tú mismo y traerla a mi casa o pedirla a un restaurante con entrega a domicilio, pero lo que busco es que me traigan comida a cambio de Bitcoins para no tener que pedirla o prepararla yo mismo, como pedir un desayuno en un hotel, que simplemente te traen algo de comer y estás feliz”.
Asimismo, Hanyecz daba también ideas sobre qué poner en las pizzas: “Me gustan cosas como las cebollas, los pimientos, las salchichas, los champiñones, los tomates, el pepperoni, etc., cosas estándar, sin toppings extraños de pescado ni nada de eso. También me gustan las pizzas de queso normales, que pueden ser más baratas de preparar o adquirir”.
“Si estás interesado, házmelo saber y podemos llegar a un acuerdo”, concluía. El intercambio se concretó cuatro días más tarde cuando un usuario del foro llamado Jeremy Sturdivant —‘Jercos’ en el foro— le envió dos pizzas de Papa John’s, convirtiéndose no solo en las primeras pizzas compradas con bitcoins, sino en el primer bien de consumo, en general, que alguien adquirió con la criptomoneda.
¿Se arrepiente el protagonista del Bitcoin Pizza Day?
Oyendo la historia cualquiera podría pensar que a estas alturas Laszlo Hanyecz se hará alguna que otra cruz pensando es la fortuna que gastó en dos pizzas familiares.
Sin embargo, nuestro protagonista ha dicho después en diversas entrevistas que no se arrepiente de lo que hizo: “Sabes, no me arrepiento. Creo que es genial que pueda ser parte de la historia temprana de Bitcoin de esa manera. La gente conoce la historia de la pizza y todos se identifican con ella, en plan: ‘Oh, dios mío, ¡gastaste todo ese dinero!’. Siempre quise que la gente usara Bitcoin y comprar la pizza fue una forma de hacerlo. No pensé que se volvería tan popular como lo ha sido”.
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