La delegación en Catamarca del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), manifiesta su enérgico repudio frente a los hechos de violencia sucedidos el día lunes 4 de de octubre en contra de Caro G. mujer trans, en la zona de Alto Fariñango.
Caro G., permanece internada en el Hospital San Juan Bautista, recuperándose de las lesiones que desfiguraron su rostro, quebrándole el maxilar, por lo cual deberá someterse a tres operaciones para poder reparar este daño físico del cual fue víctima y que aún no se saben los motivos, ni los responsables de este ataque.
Diferentes organizaciones LGTBIQ+ y el INADI denuncian que existe una peligrosa naturalización de la violencia hacia las personas trans, que estos tipos de ataques son sistemáticos y ocurren todos los días sin tomar conocimiento público.
Hechos como este, incluyen incitación a la violencia, al odio, a la discriminación por identidad de género y son claras expresiones de odio hacia una población que lleva el récord de inequidad y de igualdad en acceso a la justicia y oportunidades, teniendo que mendigar por un cupo laboral o la sanción de una Ley Integral.
La violencia ejercida contra la población trans es una problemática social que se desprende de la historia de vulnerabilidades de las que ha sido, y sigue siendo protagonista. Según las estadísticas con las que trabaja el INADI a través de sus Observatorios, existe un crecimiento en los niveles de ensañamiento y crueldad contra la población trans y nuestra provincia no escapa a esas estadísticas.
Cabe recordad que la ley de identidad de género sancionada en nuestro país en el año 2012, ha sido un paso significativo en el reconocimiento del derecho a ser quién uno es, a tener la documentación personal adecuada a la identidad auto-percibida, a un trato digno, a llamar a cada persona por sus nombres elegidos, a tener un acceso integral a la salud, una ley de vanguardia que no se está reflejando en una inclusión real de las personas trans en la sociedad.
La delegación del INADI, invita a toda la comunidad a reflexionar sobre la temática y da cuenta del enorme trabajo que queda por delante para poder disminuir el patriarcado instalado en las prácticas sociales expresado en la violencia contra las mujeres y las mujeres trans.
Esa sola acción de creerse con el derecho a ejercer la violencia sobre los cuerpos es el camino que conduce a todos los crímenes de odio.