“Es esencial comprender que no todas las personas que tienen una infección por VIH desarrollan el Sida. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades, pero puede transmitir el virus a otros”. El problema es la cantidad de tiempo que transcurre desde que el virus ha infectado a una persona sin que ésta lo sepa.

El que habla es Miguel Pedrola, director científico de AHF para Latinoamérica y el Caribe. Su apreciación va atada a un dato crucial: hoy, en Argentina, el 46 por ciento de los infectados con VIH se entera tarde que lo tiene. Es decir, llega al diagnóstico fuera del umbral temporal para frenar la infección a tiempo y evitar la transmisión del virus.

Según explica la ONG, hubo un retroceso después de la pandemia, producto de que en el país una menor proporción de población susceptible accede a un diagnóstico oportuno. “Hace aproximadamente 5 años el porcentaje de detección tardía según nuestros registros se ubicaba en torno al 30 por ciento”, dice Pedrola.

Dicho escenario va a contrapelo de las cifras del primer mundo, donde hay una reducción de las personas que tienen el virus sin saberlo. “Solíamos calcular que alrededor del 13 por ciento de la población con VIH ignoraba que estaba infectada. Esto se redujo al 8 por ciento. Pero, aún no es suficiente”, cuenta Stacey Rizza, investigadora de en la Clínica Mayo. En Argentina, según cifras del Ministerio de Salud, ese indicador es del 17 por ciento.

Este viernes 1° de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel global cerca de 39 millones de personas viven con VIH. De acuerdo a los últimos datos oficiales, 140.800 personas son portadores del virus en Argentina.

Micrografía electrónica de barrido en color de partículas de VIH (en amarillo) infectando una célula.Micrografía electrónica de barrido en color de partículas de VIH (en amarillo) infectando una célula.

Si bien no hay cura para la infección, hoy el Sida es una enfermedad considerada crónica, siempre que funcionen la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención eficaz. Es decir, los infectados pueden vivir muchos años con buena salud. Sin embargo, esos cuatro pilares no siempre funcionan.

El VIH puede esconderse en el organismo muchos años antes de que aparezcan síntomas. Por eso, el objetivo es detectarlo antes, lo que hace que los testeos sean una herramienta esencial para que las personas sepan que están infectadas, no transmitan el virus y puedan recibir tratamiento.

“Nos gustaría que todas las personas con VIH conocieran su diagnóstico, se pusieran en contacto con los servicios de atención médica e iniciaran el tratamiento, de modo que pudieran protegerse antes de que se dañe el sistema inmunitario y disminuir el riesgo de exposición a otras personas”, agrega Rizza.

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Desde que se produjo la primera prueba de VIH aprobada en 1985, la innovación en el diagnóstico abrió la puerta a millones de pacientes en el mundo, a través de un conjunto de pruebas rápidas y moleculares en puntos de atención que permiten la detección y confirmación en el día.

“Cada prueba realizada representa un paso clave hacia la eliminación de esta enfermedad”, afirma Pedrola y agrega: “Nada es más importante que saberlo enseguida. La detección temprana y confirmación del VIH son una estrategia esencial para el manejo de la enfermedad y preservar la calidad de vida”.

En diálogo con Clarín, Pedrola explicó el retroceso que advirtieron en Argentina a partir de un estudio que hizo AHF en base a datos que arrojan los testeos sistemáticos que realizan. Casi la mitad se había hecho el test cuando el virus ya había avanzado en el organismo, con la consecuente pérdida de oportunidad de atacarlo a tiempo con el tratamiento.

¿Cuál es la causa de ese retroceso? “Hay múltiples variables por las que aumentó el número de diagnósticos tardíos. Uno de ellos tiene que ver con la pandemia, y sería el más fácil de definir. Pero también tiene que ver con que no estamos teniendo ningún incentivo para realizar testeos en la vía pública, o grandes campañas. Sólo algunas ONG’s tratamos de hacer algo”, afirma Pedrola.

El experto agrega que “a su vez no hay una percepción por parte de los profesionales de la salud de hacer el pedido del VIH, y la iniciativa sólo queda en algunos especialistas en infectología, cuando debería ser una cuestión de atención primaria. Eso nos está marcando un alerta: estamos llegando tarde y hay que hacer algo diferente para que los pacientes puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento tempranos, con el objetivo de disminuir nuevas infecciones”.

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Se considera diagnóstico oportuno a aquel que ocurre durante el síndrome retroviral agudo o en etapa asintomática con un conteo de CD4 (linfocitos en sangre) por encima del límite crítico. Según AHF Argentina, “el 46 por ciento de los resultados reactivos que obtuvieron fue menor a 350 CD4, lo que indica un diagnóstico tardío según los parámetros de la OMS. Menos de 200 significa infección avanzada”.

“A lo largo de los últimos diez años, gracias a las campañas de prevención realizadas en el país, se logró diagnosticar de manera temprana a 4.162 personas que viven con VIH, de las cuales el 95 por ciento fueron vinculadas al sistema de salud, lo que equivale a más de un diagnóstico por día”, afirma Pedrola.

Según la OMS, el VIH puede diagnosticarse mediante pruebas rápidas que ofrecen resultados en el día. Sin embargo, advierte, “ninguna prueba puede proporcionar por sí sola un diagnóstico completo de seropositividad, así que se requiere una prueba confirmatoria realizada por un trabajador social o de la salud, cualificado y formado”, señala el organismo.

Las pruebas de uso más generalizado para el diagnóstico del VIH detectan los anticuerpos que se generan como parte de la respuesta inmunitaria para luchar contra el virus. En la mayoría de las personas, esos anticuerpos aparecen en los 28 días posteriores a la infección. Durante ese periodo en el que todavía no se han generado suficientes anticuerpos para que se puedan detectar, el paciente puede transmitir el virus”.

Este viernes, AHF realizará una jornada de testeos rápidos en diferentes puntos del país. En particular en Rosario se mostrará la posibilidad de realizar el “Test and Treat”. Desde la ONG informaron que “aquellos que se acerquen podrán realizarse un test rápido de VIH, conocer el resultado en sólo 15 minutos, y se les ofrecerá la realización de la determinación de su carga viral. Con esos resultados, los médicos allí presentes podrán definir cuál es el mejor tratamiento para cada persona”.