La firma japonesa Toyota anunció el jueves la suspensión de la producción en su única fábrica en Rusia y la paralización del envío de vehículos al país citando «perturbaciones en la cadena de suministros» vinculadas a la invasión de Ucrania.

«Toyota Motor Russia parará la producción en su planta de San Petersburgo desde el 4 de marzo y ha parado la importación de vehículos, hasta nuevo aviso, debido a perturbaciones en la cadena de suministro», dijo la compañía en un comunicado.

Una portavoz de la empresa japonesa, líder mundial del mercado, confirmó que estos problemas en el abastecimiento estaban vinculados al conflicto.

La planta de San Petersburgo emplea alrededor de 2.600 personas y el año pasado produjo alrededor de 80.000 vehículos, casi todos para el mercado ruso, que representa una fracción de los 10,5 millones de automóviles fabricados internacionalmente por el grupo japonés.

Toyota no tiene fábricas en Ucrania, pero indicó que la operativa de ventas quedó suspendida desde el 24 de febrero, cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó la invasión contra el país vecino.

«Toyota sigue los eventos en marcha en Ucrania con gran preocupación por la seguridad de la gente en Ucrania y espera un regreso seguro a la paz lo antes posible», indicó.

«Nuestra prioridad en la gestión de esta crisis es asegurar la seguridad de los miembros de nuestros equipos, de nuestro personal de ventas y nuestros socios en la cadena de suministro», añadió.

Los gobiernos de numerosos países occidentales y sus aliados, organizaciones deportivas y grandes empresas han sancionado o cortado sus vinculaciones con Rusia tras el ataque condenado internacionalmente.

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