Un sexagenario acusado de un grave caso de abuso sexual fue enviado a juicio por el fiscal de instrucción Nº5 Hugo Costilla, sindicado de ultrajar a una jovencita, de 19 años, a quien había traído del interior provincial para que trabajara en su casa, en esta Capital.
Si bien el caso se conoció ahora, ocurrió en marzo pasado cuando víctima se radicó en la vivienda del depravado.
Según la información a la que accedió este diario, el sujeto, que conocería a la familia de la victima en Belén, le ofreció trabajar en su casa, en esta Capital, cuidando a su madre y además otorgándole la posibilidad terminar sus
estudios.
La joven aceptó y en febrero de este año viajó a esta ciudad y se instaló en la vivienda de quien después la abusaría.
El primer mes habría sido todo normal, pero en marzo el sujeto comenzó con sus acciones libidinosas. La sometió sexualmente y la amenazó para que no lo contara.
La jovencita aguantó lo que pudo, pero en junio se atrevió a contarles a las docentes de su escuela y les confesó los ultrajes que vivía de parte de su patrón.
Tras el duro relato, la joven fue animada y acompañada para que realizara la denuncia. Sin embargo, antes que la víctima realizara la denuncia, el sexagenario que ya habría sospechado que la joven había contado algo de lo que vivía, se presentó en una Unidad Judicial y radicó una denuncia señalando que la muchacha había desaparecido de la vivienda. Con ésta actitud, el depravado habría intentado desviar el accionar de la justicia, desacreditando a la joven.
Tras la denuncia, y después de realizar los procedimientos correspondientes y con los elementos de pruebas, el fiscal le imputó el delito de “abuso sexual con acceso carnal continuado”.
El individuo fue indagado y posteriormente, cumpliéndose con el proceso legal, se confirmó la prisión preventiva y fue alojado en el penal.
Al momento de la denuncia, la Justicia ordenó el resguardo de la jovencita, quien fue recibida por algunos meses en
el Hogar Warmi. Hoy se encuentra viviendo con un hermano.