El sismo también se ha sentido con fuerza en 14 países. De los fallecidos, 912 de son de Turquía, y hay más de 6.000 heridos. Hay miles de edificios colapsados en ambos países.

Más de 1.300 personas murieron y otras miles resultaron heridas como consecuencia de un sismo de magnitud 7,8 que sacudió esta madrugada el sureste de Turquía y el norte Siria, que causó el colapso de varios edificios, según los primeros informes oficiales.

De acuerdo a un nuevo balance provisional del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el terremoto dejó al menos 912 muertos y unos 5.385 heridos en su país y provocó el derrumbe de unos 2.818 edificios, por lo que no se descarta que el número de víctimas aumente, según consignó la agencia de noticias AFP.

El vicepresidente Fuat Oktay había informado previamente que estaban reportadas hasta el momento 284 fallecidos y más 2.320 heridos,

En la vecina Siria, en tanto, el potente terremoto causó al menos 326 muertos y 1.042 heridos en la zonas sirias controladas por el gobierno, informó la agencia de noticias oficial SANA.

Hubo derrumbes de viviendas en varias ciudades, entre ellas Alepo (norte), segunda urbe de Siria, además de Hama (centro) y en Lataquia y Tartus, en la costa mediterránea.

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Un anterior balance de la televisión estatal dio cuenta de 239 fallecidos en estos sectores bajo control del régimen de Damasco.

En las regiones en manos de los rebeldes, cerca de Turquía, son los Cascos Blancos –socorristas que se movilizan en esas zonas– quienes contabilizan las víctimas.

“Ciento cuarenta y siete murieron y más de 340 heridos según un balance provisorio en la provincia de Idlib y los alrededores de Alepo”, en el norte del país, anunciaron los Cascos Blancos en Twitter.

Los Cascos Blancos dijeron que la situación era “catastrófica” y llamaron a las organizaciones humanitarias internacionales a “intervenir rápidamente” para ayudar a la población local.

El temblor se sintió a las 4.17 (23.17 hora argentina) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria.

El movimiento telúrico se sintió también en el Líbano y Chipre, según periodistas de AFP.

Es muy probable que el balance se agrave rápidamente, teniendo en cuenta el número de edificios derrumbados en las ciudades más afectadas, como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir, en el sureste de Turquía.

Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayoría de la gente estaba durmiendo en sus casas.

“”Mi hermana y sus tres hijos están bajo los escombros. También su marido, su suegro y su suegra. Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros”, explicó a la AFP Muhittin Orakci, mientras presenciaba las operaciones de rescate delante de un edificio en ruinas en Diyarbakir.

“Su hermana sigue bajo los escombros”, dijo una mujer señalando a otra víctima desconsolada en la misma localidad.

Por seguridad, se cortó el gas en toda la zona, por las réplicas y por temores a que se produjeran explosiones.

Este sismo es el más importante en Turquía desde el terremoto del 17 de agosto de 1999, que causó 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.

Totalmente destruída
En la ciudad siria de Alepo, muy dañada durante la guerra, el director de sanidad, Ziad Hage Taha, dijo a Reuters que los heridos “llegaban en oleadas”.

La televisión estatal siria mostró imágenes de equipos de rescate buscando supervivientes bajo una intensa lluvia y aguanieve.

Los equipos de rescate en las zonas de Siria controladas por los rebeldes informaron de grandes daños.

En la ciudad fronteriza de Azaz, en manos de la oposición, un trabajador de emergencias sacó a un niño de un edificio dañado. Otro grupo transportó un cadáver envuelto en una sábana blanca mientras una grúa retiraba losas de hormigón, según un testigo de Reuters.

“Decenas de edificios se han derrumbado en la ciudad de Salqin”, dijo un miembro de la organización de rescate Cascos Blancos en un vídeo en Twitter, refiriéndose a otra ciudad a unos 5 kilómetros de la frontera turca.

El presidente Bashar al-Assad estaba celebrando una reunión de emergencia de su gabinete para revisar los daños y analizar los pasos a seguir, según informó su oficina.

Los habitantes de Damasco y de las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli salieron corriendo a la calle y se subieron a sus coches para alejarse de sus edificios en caso de que se derrumbaran, según testigos.

Rescatan a un niño entre los escombros provocados por el terremoto

Oferta de ayuda de Estados Unidos
Estados Unidos estaba “profundamente preocupado” por el terremoto en Turquía y Siria y seguía de cerca los acontecimientos, dijo en Twitter el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

“He estado en contacto con autoridades turcas para transmitirles que estamos dispuestos a proporcionar toda la ayuda que sea necesaria”, dijo.

El Servicio Geológico de Estados Unidos informó de que el seísmo, de magnitud 7,8, se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros. Informó de una serie de seísmos, uno de ellos de magnitud 6,7.

La región se extiende a lo largo de fallas sísmicas.

Fue el sismo más grave en Turquía desde 1999, cuando uno de magnitud similar devastó Izmit y la región oriental del mar de Mármara, muy poblada, cerca de Estambul, causando más de 17.000 muertos.

El temblor del lunes duró alrededor de un minuto y destrozó ventanas, según un testigo de Reuters en Diyarbakir, 350 kilómetros al este, donde un funcionario de seguridad dijo que al menos 17 edificios se derrumbaron.

Las autoridades dijeron que 16 estructuras se derrumbaron en Sanliurfa y 34 en Osmaniye.

Las cadenas de televisión TRT y Haberturk mostraron imágenes de personas recogiendo restos de edificios, trasladando camillas y buscando supervivientes en la ciudad de Kahramanmaras, donde todavía estaba oscuro.

“Nuestro trabajo principal es llevar a cabo las labores de búsqueda y rescate y para ello todos nuestros equipos están en alerta”, declaró a la prensa el ministro turco del Interior, Suleyman Soylu.

También se sintieron temblores en la capital turca, Ankara, 460 kilómetros al noroeste del epicentro, y en Chipre, donde la policía no informó de daños.

“El terremoto se ha producido en una región que temíamos. Los daños son graves y generalizados”, declaró a Haberturk Kerem Kinik, jefe de la Media Luna Roja turca, que hizo un llamamiento a la donación de sangre.