Un ladrón murió este jueves durante un intento de robo en una zapatería de Flores. El hombre entró armado al establecimiento y el dueño se resistió. En el forcejeo, el comerciante recibió un balazo en la mano y ambos chocaron contra una vitrina ubicada dentro del local. Después, el delincuente cayó al piso y perdió el conocimiento.

Según fuentes policiales, el asalto fue a las 11.50 en Membrillar al 100. Allí se trasladó personal de la Comisaría Vecinal 7 C de la Policía de la Ciudad, que entrevistó al dueño del negocio, identificado como Juan Muglia.

De acuerdo con el hombre, el delincuente entró al local y lo apuntó con un arma de fuego con la intención de robarle. Entonces, él se resistió y ambos comenzaron a forcejear.

Durante la pelea, el comerciante recibió un balazo en la mano y luego los dos chocaron contra un panel de vidrio usado como expositor dentro de la zapatería. Tras el impacto, el delincuente cayó inconsciente y más tarde personal del SAME constató que había muerto.

El dueño del local recibió golpes en la cara y un disparo en la mano (Foto: captura de TN).
El dueño del local recibió golpes en la cara y un disparo en la mano (Foto: captura de TN).

Según pudo saber TN.com.ar, las primeras observaciones indicaron que el ladrón tenía más de 60 años. Además, el cuerpo no presentaría heridas cortantes ni de arma de fuego, ni tampoco signos de haber recibido un golpe mortal. Por ese motivo, creen que podría haber sufrido un paro cardíaco. Sin embargo, esto se confirmará recién con los resultados de la autopsia, que se conocerán en las próximas horas.

Con respeto a la salud de Muglia, Leandro, amigo del comerciante, contó en diálogo con TN: «Estaba dolorido, porque recibió un balazo en la mano, pero se encuentra fuera de peligro».

En tanto, Pablo Torres, abogado del zapatero, dio detalles sobre la pelea: «El ladrón lo quiso llevar al fondo del local para precintarlo, Juan se negó y se trenzaron en lucha. Al tomar el arma de él se genera un disparo que le produce una herida de entrada y salida del proyectil».

En línea con la principal hipótesis de los investigadores, el letrado agregó que «en un determinado momento el señor dejó de luchar, como que se desvaneció». Entonces, Muglia salió del negocio y pidió ayuda.

«Estamos ante un claro caso de legítima defensa, donde él (el zapatero) se defendió a golpes de puño ante una amenaza con un arma de fuego», aseguró Torres. Finalmente, confirmó que su cliente ya recibió el alta médica.