Thiago tenía tan solo nueve años y murió por jugar con un arma. El pequeño murió antes que la ambulancia llegue al hospital. El grupo de amigos intentó hacer pasar el accidente por un asesinato, pero finalmente confesaron.
La policía llegó al lugar alertada por los vecinos. El barrio tiene personal policial apostado en distintas esquinas, ya que es uno de los puntos centrales de venta de drogas. En dicha zona trabajaba la banda de narcos conocida como “Los Monos“, por lo que en un primer momento se consideró la posibilidad de que el fallecimiento del niño sea producto de un enfrentamiento de bandas.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) investigó los hechos y detalló que el pequeño, Thiago Avaca falleció en la ambulancia que lo trasladaba al hospital Roque Sáenz Peña. El niño tenía un balazo en el cráneo, con orificios de entrada y salida.
La carátula se cambió de “homicidio” a “manipulación”
La primera versión, que indicaba que una persona habría ingresado por los techos para disparar tres veces contra el menor, quedó finalmente descartada. En el parte que se emitió se indicó que “los exámenes preliminares médicos forenses dan cuenta de que el menor tiene un solo disparo en zona de cráneo corrigiendo la primer versión que hablaba de tres disparos”.
“En las últimas horas se realizaron medidas investigativas y toma de testimonios en relación a versiones preliminares en cuanto a la mecánica del hecho, pudiéndose corroborar por testimonios y pericias que la causa de fallecimiento del menor fue la manipulación de un arma de fuego encontrada conjuntamente con otros menores en el domicilio donde sucedió el hecho”, informó el MPA.
Ante la nueva situación, se dio intervención al Juzgado de Menores en turno, a cargo del juez Alejandro Cardinale.