La NASA empezó a barajar, hace tres años, la idea de desarrollar el primer tren en la Luna para crear un sistema de transporte completamente autónomo. Este proyecto recibió el nombre de FLOAT, fue considerado como una iniciativa clave para las futuras operaciones diarias de una base lunar sostenible y se estimó que estaría listo en la década de 2030.
Ahora, después de estos años, la agencia espacial estadounidense vuelve a ‘resucitar’ el proyecto FLOAT bajo la encomienda de «construir el primer sistema ferroviario lunar, que proporcionará un transporte de carga útil, confiable, autónomo y eficiente en la Luna». Pero, ¿cómo funcionará este tren para satisfacer las necesidades de transporte?
La NASA explica en su blog oficial que el sistema FLOAT empleará robots magnéticos sin motor que levitarán sobre una pista de película flexible de tres capas:
- Una capa de grafito permitirá a los robots flotar pasivamente sobre las pistas mediante levitación diamagnética.
- Una capa de circuito flexible que generará un empuje electromagnético para propulsar de forma controlable a los robots a lo largo de las pistas.
- Y, por último, la capa de panel solar de película delgada generará energía para la base cuando está expuesta a la luz del sol.
Las vías FLOAT se extenderían directamente sobre el regolito lunar para evitar construcciones importantes en el lugar, a diferencia de las carreteras, ferrocarriles o teleféricos convencionales. Por lo tanto, los robots FLOAT individuales podrían transportar cargas útiles de diferentes formas y tamaños a velocidades útiles, mientras que un sistema FLOAT a gran escala sería capaz de mover varios kilos de regolito lunar por día.
Además, está previsto que FLOAT opere de forma autónoma en el polvoriento e inhóspito entorno lunar con una mínima preparación del sitio, debido a que «su red de pistas se puede enrollar/reconfigurar con el tiempo para adaptarse a los requisitos cambiantes de la misión de la base lunar».
Arranca la segunda fase del poryecto
Tras superar la primera fase del proyecto, en esta segunda etapa, la NASA continúa «eliminando los riesgos relacionados con la fabricación, implementación, control y operación a largo plazo de robots que respaldan las actividades de exploración humana (HEO) en la Luna», logrando las siguientes tareas claves:
- Diseñar, fabricar y probar una serie de prototipos de robot/pista a subescala.
- Investigar los impactos de los efectos ambientales en el rendimiento y la longevidad del sistema.
- Definir una hoja de ruta tecnológica para abordar las brechas tecnológicas y la capacidad de fabricación madura para hardware crítico.
- Perfeccionar las simulaciones de los diseños del sistema FLOAT con mayor fidelidad para proporcionar estimaciones de rendimiento mejoradas bajo el concepto de misión RLSO2.
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