Jaimie Leucke fue un ciudadano estadounidense que a lo largo de los años 80 decidió invertir en la industria del petróleo. Su negocio le fue bien y con el dinero ganado compró grandes extensiones de terreno para dedicarse a las labores del campo.

Llegó un momento en el que tenía que despejar una parte de su terreno para habilitarlo para el pasto de sus animales y en lugar de talar todos los árboles, decidió dejar algunos y escribir su apellido con ellos, dejando una curiosa imagen aérea.

La palabra ‘Luecke’ escrita sobre su terreno, ocupa una extensión de alrededor de cinco kilómetros en la localidad de Smithville, Texas y la altura de sus árboles se acerca a los cien metros, lo que provocó que una organización como la NASA se percatase y pensanse en su utilidad.

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El organismo estadounidense desveló que esa firma tan extensa es utilizada por sus astronautas para “estimar la resolución máxima de las cámaras fotográficas y de vídeo a bordo del transbordador”, por que este gesto en un primer lugar algo egocéntrico tiene una buena utilidad, aparte de ser la firma más grande del mundo.