El ahora detenido tiene 22 años y, por las lesiones que le provocaron los vecinos enardecidos que lo siguieron por varios metros, alertados por la damnificada de que le había robado, tras ser detenido por la policía, debió recibir asistencia médica. En las próximas horas, se aguarda que sea llevado ante el fiscal Hugo Costilla para ser indagado.
LA UNIÓN pudo conocer de voceros policiales y judiciales que el hecho de inseguridad, que terminó con la detención de Axel Rodrigo Brigido (22),  el lunes a la noche en el sur de la Capital, tuvo lugar a las 22.00 aproximadamente.
A esa hora, Brigido ingresó al domicilio n° 12 del barrio Santa Marta, propiedad de Nancy Nieva (38), quien se encontraba en el inmueble junto a su pequeño hijo de 10 años.
Según pudo saber este diario, el sujeto, al ingresar a la vivienda, sorprendió al niño, quien estaba en el comedor, a quien, tras amedrentarlo con un cuchillo, lo obligó a que le diera el teléfono celular y, aprovechando que no había nadie más, sin percatarse que la madre del chico estaba en la habitación recostada, tomó un parlante y lo guardó en un bolso, para luego, darse a la fuga. Cuando el delincuente se disponía a marcharse, el nene comenzó a gritar que había un ladrón, lo que alertó a la mujer, quien al dirigirse al comedor divisó al sujeto, quien se daba a la fuga.
Sin dudarlo, la mujer salió en su persecución, gritando que le habían robado. De esta manera, alertó a varios vecinos, quienes la ayudaron. Al cabo de unos metros, la mujer logró darle alcance al delincuente, con quien forcejeó y logró recuperar el bolso  y el parlante, no así el teléfono celular de su hijo. Los vecinos lo siguieron y, al darle alcance, lo agredieron físicamente por todo el cuerpo. Pese a las lesiones, pudo zafarse de los vecinos, pero terminó detenido a los metros, por efectivos de la Comisaría Novena, quienes llegaron alertados por otro vecino.
Rápidamente, el sujeto fue cargado en la patrulla, para evitar que sea agredido nuevamente por los vecinos y trasladado a la comisaría. En tanto, la damnificada se trasladó por sus propios medios a la Unidad Judicial N° 9 y denunció el hecho.