Los fiscales generales de 17 estados y el Distrito de Columbia, la capital de Estados Unidos, denunciaron hoy ante un tribunal federal al Gobierno de Donald Trump por no permitir que los estudiantes extranjeros mantengan sus visas para cursar virtualmente el próximo semestre por la pandemia, lo que podría resultar en deportaciones masivas.

La demanda multiestatal presentada en contra del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Sevicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está liderada en gran medida por dirigentes demócratas, con la fiscal general de Massachusetts Maura Healey a la cabeza.

Healey, apoyada por 16 de sus pares, formalizó la denuncia en su estado, Massachusetts, para intentar evitar que la medida migratoria entre en vigencia antes del inicio del año lectivo, en septiembre, informó la cadena de noticias estadounidense CNN.

La denuncia, además, recibió el respaldó de más de 200 universidades que argumentaron que la política migratoria de Trump pone en peligro la seguridad de los estudiantes y obliga a las escuelas a reconsiderar los planes para el próximo semestre, tras preparar sus cursos y protocolos durante meses.

Otro de los argumentos que esgrimen las universidades, entre ellas Harvard y el MIT, es que la medida implica un enorme perjuicio financiero ya que los estudiantes extranjeros -más de 213.000 entre todas las universidades denunciantes- suelen pagar las tasas de matrícula más altas, por lo que podrían perder millones de dólares.

Estados Unidos experimenta el peor brote del mundo con más 3,3 millones de casos y más de 135.500 muertos. Sin embargo, Trump se puso como objetivo conseguir que todas las escuelas y universidades abran normalmente al inicio del año lectivo, una decisión que muchos estados han prometido combatir.

A mediados de marzo pasado, cuando recién empezaba la pandemia en Estados Unidos, el Gobierno de Trump había aprobado un permiso especial para que los estudiantes extranjeros pudieran cursar virtualmente tras el cierre abrupto de las universidades.

Pero ahora, la Casa Blanca quiere reactivar el país por completo y decidió revertir esa decisión.

Esta marcha atrás significa, en los hechos, que los estudiantes extranjeros se verán obligados a abandonar el país o deberán pedir la transferencia a otra universidad, si la suya opera completamente en línea este otoño.

Además, no se otorgarán nuevas visas a los estudiantes en las universidades que dicten sus clases de forma virtual, aclaró el ICE, y agregó que en las universidades que ofrezcan una combinación de clases virtuales y presenciales, se prohibirá a los estudiantes extranjeros tomar todas sus clases en línea.

Si una escuela no va a abrir o si van a estar 100% en línea, entonces no esperaríamos que la gente esté aquí para eso”, le dijo la semana pasada a la CNN el titular del Departamento de Seguridad Nacional, Ken Cuccinelli.