Amazon anunció este miércoles que prohibirá durante un año entero a los cuerpos de Policía usar su tecnología de reconocimiento facial Rekognition, como respuesta a las demandas de justicia racial y contra la brutalidad policial en EE UU derivadas de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente en Mineápolis.
En un escueto mensaje en el blog oficial de la compañía, la empresa que dirige Jeff Bezos explicó que se trata de una “moratoria” de un año para que el Congreso tenga tiempo de “implementar las reglas adecuadas” en el uso de esta tecnología basada en la inteligencia artificial por parte de las fuerzas de la ley.
Amazon no especificó cómo forzará la aplicación de la prohibición, aunque es probable que lo haga negándose a ofrecer sus servicios a los cuerpos de Policía y eliminando el apoyo técnico a aquellos que ya dispongan de esta tecnología.
La firma con sede en Seattle (estado de Washington, EE UU) dijo que, tras el asesinato de Floyd y la consecuente oleada de protestas a lo largo y ancho del país, “parece que el Congreso está preparado para asumir el desafío” de regular el uso de las técnicas de reconocimiento facial.
La decisión de Amazon tiene lugar solo dos días después de que otro gigante de la tecnología, IBM, anunciase que se retira del negocio de reconocimiento facial, también como respuesta a las críticas de supuesto sesgo racial que esta técnica ha recibido.
Tecnología cuestionada
El año pasado, San Francisco (California) se convirtió en la primera gran ciudad del país en prohibir a todas las agencias locales, entre ellas la Policía, el uso de técnicas de reconocimiento facial, cada vez más empleadas por las autoridades para identificar a criminales pero criticadas por las organizaciones proderechos civiles.
Gobiernos y agencias de seguridad de todo el mundo hace años que utilizan las técnicas de reconocimiento facial (capaces de identificar a individuos mediante inteligencia artificial) para tareas como identificar a criminales, ayudar en las tareas de búsqueda de menores desaparecidos y prevenir el fraude documental.
Sin embargo, los grupos en defensa de los derechos civiles aseguran que esta tecnología invade la privacidad de los ciudadanos de forma excesiva, a la vez que puede perpetuar sesgos policiales contra minorías étnicas ya que se ha probado que tiende más al error con personas de piel oscura.
En este sentido, un estudio llevado a cabo en 2018 por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) halló que el reconocimiento facial había identificado incorrectamente a 28 congresistas de EE UU (en su mayoría pertenecientes a minorías étnicas) como criminales al comparar sus fotografías con imágenes policiales.