28 noviembre, 2019 23:37
La azafata, que sobrevivió al accidente donde murió gran parte del plantel del Chapecoense, brindó su testimonio a tres años de la tragedia.
Ximena era una de las azafatas del plantel de Chapecoense
Ximena Suárez era la azafata que acompañaba al equipo del Chapecoense a la final de la Copa Sudamericana en el vuelo 2933 de la aerolínea LaMia. A muy poco de llegar a Medellín, el avión se quedó sin combustible y se estrelló contra el Cerro Gordo en el municipio antioqueño de La Unión.
El 28 de noviembre de 2016, su vida quedó marcada por la tragedia donde murieron 71 de los 77 pasajeros del avión. Desde el trágico accidente del Chapecoense, Ximena Suárez intenta recuperarse física y mentalmente.
“El accidente me cambió radicalmente: me sirvió para valorar más a Dios, mi familia, la vida, las cosas que tenemos. La vida es una sola y hay que aprovecharla, y vivir bien y hacer el bien”, indicó la azafata al diario colombiano “El Tiempo”.
Además, indicó que recuerda todo previo al accidente: el apagón, los gritos, la caída y el miedo. “El avión se apagó por completo y tuvo un fuerte descenso, seguido de un gran impacto”, recordó la azafata boliviana, que estuvo tres semanas en una clínica colombiana.
Pasó tres semanas en una clínica, hasta que el 18 de diciembre pudo volver a su país natal
Quiso comunicar su experiencia y lanzó un libro llamado “Volver a los cielos”. “Lo lancé el primer año del accidente. Ya está la versión en portugués y están por terminarlo en inglés. Es como una autobiografía y relata los hechos vividos antes, durante y después del accidente”, sostuvo la azafata que viajaba con el equipo de Chapecoense.
Luego del terrible accidente, Ximena quiso alejarse de los cielos y comenzó a estudiar Ingeniería en Control de Procesos, pero se dio cuenta que su pasión seguía en el aire.
Ximena pudo escribir un libro de su experiencia en el accidente del Chapecoense
“Es para lo que yo nací, como siempre digo desde que tenía 5 años, desde la primera vez que subí a un avión. Nací para eso y nada ni nadie, ni lo que me haya pasado, puede truncar mis sueños”, sostuvo la azafata.
En julio de este año, Ximena se sumó a la tripulación estable de la aerolínea Amaszonas y empezó a dar charlas que la llevaron a distintas partes del mundo. En ese marco, volvió a Colombia, escenario de la tragedia del Chapecoense.
Desde julio, Ximena regresó a los cielos
“La primera vez que volví a Colombia, tras el accidente, sentí mucho dolor y lloré mucho. Fue un golpe muy grande. Después he viajado otras dos veces y he estado más tranquila”, rememoró la azafata.
Ximena indicó que gran parte de la recuperación fue gracias al apoyo y la fuerza que le daban sus hijos Thiago y Gabriel, de 10 y 5 años. “”Son mi vida entera. Gracias a ellos estoy aquí todavía. Fueron mi fuerza”, dijo Suárez.
A tres años de la tragedia de Chapecoense, así está hoy el “niño ángel”
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