El tribunal determinó que Correa y otras 19 personas, entre exfuncionarios y empresarios, organizaron una red de millonarios pagos ilegales a cambio de la entrega de obras públicas.
El juez Iván León leyó la sentencia y dijo que la víctima del delito es el propio Estado de Ecuador y que «la fiscalía demostró la existencia de una estructura de corrupción».
El magistrado puntualizó que quedó probado que los empresarios reportaron los pagos al propio Correa y a Jorge Glas, por entonces vicepresidente, por U$S7,5 millones.
Correa fue presidente de Ecuador entre 2007 y 2017 y desde entonces vive en Bélgica junto a su familia. Correa consiguió que su estrecho colaborador Lenín Moreno fuera su sucesor en el poder, pero cuando asumió como mandatario se distanciaron poco a poco.
Una vez conocida la sentencia, Correa se defendió en Twitter: «Bueno, esto era lo que buscaban: manejando la justicia lograr lo que nunca pudieron en las urnas. Yo estoy bien. Me preocupan mis compañeros. De seguro ganaremos a nivel internacional, porque todo es una mamarrachada, pero toma años. De tu voto depende que esta pesadilla acabe».
Correa, de 57 años, no cumplirá la sentencia mientras se encuentre en Europa, pero tampoco podrá regresar a Ecuador debido a que el delito por el que fue condenado es imprescriptible.