El mejor momento fue noviembre de 2017, cuando la construcción logró dar empleo a 432.814 argentinos y a 19690 mendocinos. Luego vino la crisis de 2018 (aún inentendible por gran parte de la sociedad) y empezó a caer el empleo en este sector, considerado «motor» de la economía. Y así Macri cierra su gestión con un escenario apenas mejor al que dejó Cristina en 2015. Sin embargo hay que tener en cuenta un dato relevante: Cristina Kirchner arrancó su segunda gestión con más de 438 mil argentinos trabajando en la construcción y cerró su presidencia con más de 386 mil: unos 52 perdieron su trabajo (7,78%).

Según el tamaño de la empresa, en las más pequeñas (hasta 9 trabajadores) entre 2011 y 2015 hubo 907 nuevos trabajadores y entre 2015 y 2019 quedaron afuera 2.994. En empresas que tienen entre 10 y 19 empleados, entre 2011 y 2015 ingresaron 4.530 trabajadores y unos 1.500 perdieron el empleo entre 2015 y 2019. En cambio, el empleo cayó durante los dos gobiernos en las empresas con entre 20 y 49 trabajadores (de 88.742 en 2011 a 77.623 en 2019), como también en las empresas que tienen entre 50 y 100 empleados (entre mil y dos mil trabajadores); y la tendencia se muestra negativa en la era Cristina y favorable en la era Macri en las empresas con 100 a 199 empleados de la construcción (7 mil empleos menos entre 2011 y 2015, y 5 mil empleos más entre 2015 y 2019); en las de 300 a 400 empleados (6 mil empleos perdidos entre 2011 y 2015 y 4 mil más entre 2015 y 2019), y en las de 500 o más trabajadores, con casi 5 mil empleos menos entre 2011 y 2015, y más de 10 empleos nuevos entre 2015 y 2019. Sin embargo no todo es viento a favor en las empresas grandes: En las que tienen entre 200 y 300 trabajadores se crearon unos 5 mil empleos en la era Cristina, contra una caída de 2 mil empleos entre 2015 y 2019. En resumen, en el gobierno de Macri les fue mejor a las constructoras grandes y en los últimos cuatro años de Cristina, a las pequeñas empresas del sector.

Sólo el 7,5% cree que aumentará la actividad

El informe del INDEC también revela las expectativas del sector para los meses que vienen, con el nuevo gobierno.

El 55,0% de las empresas que realizan obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector disminuirá durante los próximos tres meses, mientras que 37,5% estimó que no cambiará y 7,5%, que aumentará. Los que estimaron una baja del nivel de actividad durante los próximos tres meses la atribuyeron fundamentalmente a la caída de la actividad económica (33,3%), a la inestabilidad de los precios (17,7%), a los altos costos de la construcción (13,0%), a la falta de créditos (12,9%) y a los atrasos en la cadena de pagos (12,6%) entre otras causas.

Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 70,3% opinó que el nivel de la actividad disminuirá durante el período noviembre 2019-enero 2020, mientras que 28,4% cree que no cambiará y 1,3%, que aumentará. Quienes estimaron una baja la atribuyen a la caída de la actividad económica (31,4%), a los atrasos en la cadena de pagos (21,4%) y a la inestabilidad de los precios (20,1%) entre otras razones.