Recibirán 5.000 pesos extra por los próximos tres meses, que se suma a un incremento del 35% en las horas extras.
Mientras pueda, el gobernador Juan Schiaretti buscará mostrarse lejos y ajeno a la crisis desatada por la protesta policial en Buenos Aires y que amenaza con extenderse hacia otras jurisdicciones.
“No nos corresponde opinar sobre lo que sucede en otras provincias. En Córdoba, la policía trabaja con total normalidad”, fue la escueta respuesta oficial que brindaron desde el Centro Cívico.
La idea de que en Córdoba no pasa ni pasará nada, es la premisa que regirá por estas horas la conducta pública del gabinete provincial. Sin embargo, este miércoles por la noche Schiaretti se curó en salud y anunció que extenderá por tres meses más el bono de 5.000 pesos que le dio al personal policial en agosto, por trabajar en condiciones de pandemia.
Es que más allá del discurso público, hacia adentro del gobierno se encendió una luz de alerta: nadie quiere volver a vivir las escenas de caos extremo que se vivieron en diciembre del 2013.
Sin salir del Centro Cívico donde, por razones sanitarias, sólo comparte piso con la ministra de Coordinación, Silvina Rivero, mientras que el resto de los ministerios debió mudarse hasta que cese la pandemia, Schiaretti no se corrió de su agenda de actividades y encabezó distintos actos institucionales.
Fiel a un estilo que acentuó en este último gobierno, Schiaretti seguirá con su estrategia de guardar silencio frente a la prensa y la única alusión fue a través de Twitter para repudiar lo ocurrido en las afueras de Olivos. “Estamos viviendo en democracia y es inadmisible que fuerzas de seguridad estén rodeando la residencia del presidente de la Nación Alberto Fernández con el fin de ejercer presión. Estas acciones socavan la institucionalidad del país”, afirmó.
En cambio, sobre un posible impacto local, la única voz oficial que se escuchó fue la del actual ministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera: “La Policía de la provincia presta sus servicios con total normalidad”.
Desde su cartera, confirmaron a LPO que en la jornada del miércoles se oficializó un incremento del 35% para las horas adicionales de los policías.
Por lo bajo, fuentes de la Provincia consideraron que, a diferencia del acuartelamiento del 2013 que mantuvo en vilo durante casi 48 horas a la provincia, hoy no existen condiciones objetivas para un levantamiento de los “azules” en Córdoba.
“En Córdoba, un agente con cuatro años de servicio y sin adicionales está cobrando de bolsillo unos 55.800 pesos. Muy por encima de lo que se paga en provincia de Buenos Aires”, señalaron desde Seguridad.
Las autoridades provinciales recordaron que como consecuencia del motín policial durante el gobierno de José Manuel de la Sota por el que se condenaron a 52 uniformados (aunque ninguno fue a prisión), la Legislatura de Córdoba sancionó una ley antimotín. La normativa fija mecanismos de cesantía o exoneración de policías y guardiacárceles que estén involucrados en casos de insubordinación o abandono del servicio de seguridad pública.
Por otro lado, desde el Centro Cívico también destacan que las relaciones políticas entre el gobierno de Schiaretti y el del Alberto Fernández, no son las mismas que mantuvo De la Sota con Cristina Kirchner.
En aquel momento, Córdoba acusó al kirchnerismo -en particular a Carlos Zanini- de abandonar a los cordobeses y no atenderle el teléfono a los funcionarios que pedían la colaboración de Gendarmería para encausar lo que, para entonces, ya era un desmadre con saqueos y hechos de violencias. Hoy, el schiarettismo pondera el buen diálogo mantenido con Alberto, y no imagina que el Frente de Todos pudiera negarle ayuda si Córdoba se la pidiera.
Vale decir que, paradójicamente, fue esa mala praxis institucional de la ex presidenta la que le permitió salir ileso políticamente al gobernador De la Sota pese a que el poder provincial, aún con señales muy concretas, no pudo anticiparse a la crisis y prevenir el acuartelamiento.
En tanto, la tercera autoridad de la Provincia y ex Jefe de Gabinete de De la Sota, Oscar González, sí opinó sobre el conflicto policial en Buenos Aires. Quizá en una especie de desahogo tardío más que “posición oficial” del Gobierno, González dijo a radio Pulxo: “es una paradoja que sea Berni quien hoy esté sufriendo esta crisis policial. Fue él quien le negó ayuda a Córdoba en el acuartelamiento de diciembre de 2013”.