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6 noviembre, 2019 14:59

El vamping ocurre cuando vas a dormir con el celu en la mano y empezás a mandar mensajes, pero esta práctica es más peligrosa de lo que parece y el Dr. Adrián Cormillot nos cuenta por qué.


Vamping: un fenómeno que afecta la salud

Vamping: un fenómeno que afecta la saludVamping: un fenómeno que afecta la salud

Aunque poco se habla del vamping, es una práctica que se volvió cada vez más popular con el aumento del uso de la tecnología y no es para menos. Celulares, tablets, computadoras, los habitantes de este mundo están completamente cooptados por la tecnología que sigue creciendo.

Y, aunque todos estos dispositivos ampliaron la globalización y facilitaron muchas interacciones diarias, también traen algunas consecuencias que afectan la salud y los hábitos cognitivos. En este escenario surge el Vamping, y el Dr. Adrián Cormillot nos explica de qué se trata.

El vamping hace referencia al fenómeno por el cual las personas utilizan aparatos electrónicos durante la noche, reduciendo las horas necesarias de sueño para lograr un buen descanso y aumentando el riesgo de sufrir las consecuencias propias del insomnio y de no dormir lo suficiente.

Esta práctica recibe su nombre de la unión de las palabras en inglés vampire (vampiro, en referencia a los seres fantásticos que se caracterizan, entre otras cosas, por su actividad nocturna) y texting (que comprende la acción de enviar mensajes de texto a través de aparatos electrónicos).

Aunque a simple vista parece una práctica inofensiva, lo cierto es que el vamping puede entorpecer el funcionamiento diario de las personas que dedican su único momento de descanso a buscar información o a entretenerse por la noche.

El cuerpo humano posee mecanismos para identificar qué parte del tiempo pertenece al día, necesitando estar activo para realizar las actividades normales diurnas, y cuál a la noche, donde necesita descansar para recuperar la energía utilizada.

En este proceso, la melatonina es la hormona que ayuda a regular el ciclo del sueño. Cuando las células ganglionares fotosensibles que se encuentran en las retinas no reciben luz, el cerebro segrega esta hormona para ayudar a conciliar el sueño.

Cuando esto no ocurre, el cerebro detiene la segregación de melatonina, lo que permite mantenerse despierto. Al exponerse a la luz que proyectan las pantallas de los dispositivos, el cerebro entiende que no ha llegado la noche y que, por lo tanto, no es momento de dormir, produciendo situaciones de insomnio y desvelo.

Si tenés los ojos marrores, ¡ojo, podés tener sufrir de esta enfermedad invernal!