El séptimo episodio de ‘Watchmen‘ nos ha dado una buena ración de revelaciones y de caja de misterios abierta con más preguntas que respuestas en una hora que nos ha recordado bastante más al Damon Lindelof de ‘Perdidos‘ que de ‘The Leftovers‘.
Un episodio en el que, a modo de flashbacks, se nos ha contado parte de la infancia de Angela Abar en Vietnam y de dónde viene su nom-de-guerre, cuál es el verdadero (o uno de los verdaderos objetivos) del 7º de Kaballería y su posición como herederos de los Cíclopes y terminaba con una revelación final impactante de la que Lindelof ha querido hablar.
Y, a partir de aquí, spoilers del 1×07 de ‘Watchmen’.
En los últimos minutos de ‘An almost religious awe’ se nos revelaba que el Dr. Manhattan no está en Marte (tal y como se sugería al inicio de la serie), sino que en realidad lo habíamos tenido todos en plena vista “encarnado” en Cal, el marido de Angela interpretado por Yahya Abdul-Mateen II.
Calhattan
Preguntado al respecto por The Hollywood Reporter, Lindelof ha comentado cómo surgió la idea:
“Empecé todo este trayecto desde la perspectiva de un fan… ¿qué tendría que ver en una serie de televisión que se atreve a llamarse ‘Watchmen’? Dr. Manhattan estaba cerca del top de la lista. Pero incluso por encima de ello estaba la necesidad de contar una nueva historia con un nuevo personaje en el centro. Una vez que establecimos que Angela Abar es ese centro, la nueva regla se volvió que cualquier personaje legado que usáramos (Veidt, Laurie y Justicia Encapuchada) solo podría ser usado al servicio de la historia de Angela… ella era el Sol, todo el mundo necesitaba orbitar sobe ella. Así que ¿cómo podría el Dr. Manhattan, un hombre con el poder de Dios, estar al servicio de la historia de Angela en vez de al revés? Basado en el pasado (todos los tropos de la mitología grecorromana), la respuesta era intuitiva: amor. Sabíamos que esta relación solo funcionaba si Manhattan tomase la forma de un humano, así que la idea de Cal nació. Y sí, llegó temprano. Casi desde el principio.”
Además de enterarnos de este disfraz de Manhattan (con el que surgen muchas dudas como “¿cuándo se conocieron?”, “¿cuándo decidió Jon volver de su autoexilio?”, “¿cómo es que ha adoptado forma humana?”), se nos revela que el plan de los Cíclopes/Kaballería es apropiarse de los superpoderes del único ser superpoderoso de la saga:
“Por muy subversivo que fuera el texto de la ‘Watchmen’ original, al final seguía el mismo arco que cualquier historia de superhéroes: el héroe salva el mundo. El cambio paradigmático era que el “bueno” y el “malo” eran la misma persona. En nuestro ‘Watchmen’ tenemos malos más claros que representan una ideología que es casi imposible de derrotar. Los malos siempre quieren lo mismo: poder. Hay algo fundamentalmente ridículo sobre la idea de “poder blanco” en su redundancia como si todo estadounidense hubiese nacido en el mismo campo de juego. Tristemente, cada una de nuestras instituciones demuestran esa inequidad, por lo que la idea de que un senador varón blanco quisiese realmente MÁS poder era tan absurdo como irresistible. Como en la mayoría de supremacistas blancos, Keene no ve el hacerse con los poderes de Manhattan como una apropiación sino como coger algo que siente como un derecho”
La verdad es que este episodio me ha dejado algo descolocado, no porque no hubieran lanzado semillas sobre ello (de hecho creo que explicaría al menos un agujero de guion bastante importante) sino porque no me esperaba un episodio tan “lostiano” (nivel “OSO POLAR EN LA ISLA”, alerta iniciativa DHARMA en algún que otro momento) a solo dos episodios del final (presumiblemente) de la serie. Y, vosotros ¿qué os parece este giro?