El papa Francisco eliminó hoy el secreto pontificio para los casos de pornografía infantil y de pederastía en el seno de la Iglesia, en busca de ofrecer una «plena colaboración» con las autoridades civiles.
Mediante una disposición firmada por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, anuló el secreto pontificio para los casos que involucren «la adquisición o posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de dieciocho años por parte de un clérigo, de cualquier forma y por cualquier medio».
La eliminación del secreto, que permitirá acelerar las causas canónicas de pederastía, regirá para los delitos contemplados en el artículo 1 del decreto pontificio «Vos Estis Lux Mundi» de mayo pasado.
Así, también son alcanzados por la disposición de este martes los «delitos contra el sexto mandamiento del Decálogo» que consistan en «obligar a alguien, con violencia o amenaza o mediante abuso de autoridad, a realizar o sufrir actos sexuales; realizar actos sexuales con un menor o con una persona vulnerable; producir, exhibir, poseer o distribuir, incluso por vía telemática, material pornográfico infantil, así como recluir o inducir a un menor o a una persona vulnerable a participar en exhibiciones pornográficas».
Con la nueva disposición, siempre que una ley estatal prevea la obligación de denunciar de parte de quien sepa sobre este tipo de hechos, «se favorecerá la plena colaboración con las autoridades civiles evitando incursiones ilegítimas en la esfera canónica», planteó el presidente del Tribunal de Justicia Vaticano, Giuseppe Dalla Torre.
Según el escrito divulgado hoy por el Vaticano, con la nueva disposición, «no puede imponerse ningún vínculo de silencio con respecto a los hechos encausados ni al denunciante, ni a la persona que afirma haber sido perjudicada ni a los testigos».
Además, la resolución pontificia de este martes plantea que el secreto pontificio también será eliminado «cuando tales delitos hayan sido cometidos en concomitancia con otros delitos».
Además, la reescritura de las disposiciones dadas a conocer hoy elevan hasta los 18 años, en vez de los 14 previos, la edad sobre la cual es delito canónico atesorar imágenes pornográficas.
Según el secretario del Pontificio Consejo de Textos Legislativos, Juan Ignacio Arrieta, la nueva norma está «en línea» con las de los últimos meses sobre este asunto y «corrige ligeramente» la legislación «haciendo más coherente el sistema disciplinario».