“Las retenciones que hoy existen son las que dejó el gobierno anterior, lo único que hicimos es actualizarlas. Sí estamos proponiendo que se nos dé la posibilidad de aumentarlas tres puntos más”.
La frase que el presidente Alberto Fernández ofreció anoche en una entrevista con Telefe no puede ser más clara: además de la actualización dispuesta por decreto el sábado pasado, el Gobierno propondrá que las retenciones se eleven al 33 por ciento para la soja y al 15 por ciento para trigo, maíz y girasol y otros productos. Para ello, incluirá este tema en el paquete de leyes que enviará hoy al Congreso de la Nación.
De todos modos, el Presidente dijo que intentará consensuar con las entidades del campo este nuevo incremento: “Yo asumí un compromiso que dice que voy a tomar las decisiones en conjunto. No las voy a imponer (a las retenciones). Aspiro que en los primeros días de enero podamos constituir la mesa del contrato social”.
Fuentes del Gobierno nacional indicaron que efectivamente habrá una negociación con las entidades rurales por ese tres por ciento, que sería el máximo propuesto, y agregaron que el 70 por ciento de lo que se logre será destinado al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, es decir, a los jubilados.
Tensa negociación
Aun antes de las declaraciones de Fernández, durante la jornada los productores se movilizaron en distintos puntos del país para exteriorizar su posición contraria al aumento de las retenciones (o, en todo caso, a la actualización).
La Mesa de Enlace ratificó ayer su vocación de seguir dialogando y descartó cualquier posibilidad de una medida de fuerza. “No creo que sea el momento”, había anticipado Daniel Pelegrina, titular de la Sociedad Rural Argentina, antes de entrar a la sede de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), donde se reunió con el anfitrión, Jorge Chemes, y los titulares de Coninagro, Carlos Iannizzotto, y de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni.
Al final del encuentro, Chemes leyó un comunicado, en el cual la Mesa ratificó su rechazo al aumento en las retenciones, pero manifestó su posición de continuar dialogando con las autoridades. Los ruralistas reiteraron su compromiso con el diálogo en la búsqueda de entendimientos tras calificar como “paso en falso” la publicación del aumento a los derechos de exportación, a la que consideraron una “medida inconsulta y aislada”.
La dirigencia recordó que los productores también se ven afectados por la pérdida de rentabilidad y que no por ello han dejado de contribuir a la economía nacional. “Vienen aportando al país más de 170 mil millones de dólares desde 2002, tanto en momentos de crisis como en tiempos de bonanzas”, admitieron las entidades rurales.
Sobre las asambleas que productores realizarán en el interior del país, como la prevista para mañana en la zona de Bell Ville, la posición de los dirigentes nacionales es que se deben receptar y exteriorizar todas las opiniones, pero sin entorpecer el clima de paz social y teniendo en cuenta la situación de pobreza estructural que tiene el país.
En tal sentido, buscaron llevarles tranquilidad a las bases y transmitirles la convicción de que continuarán defendiendo sus intereses en todo el país, en el marco de un proceso de diálogo.