José Quintero, delegado de los operarios despedidos, expresó que Jorge Barros, del área de RRHH de la empresa, “apareció después de llamarlo durante 10 días” y les informó que no pagarán la liquidación final  y que los trabajadores activos solo recibirán 14 mil de los 100 mil pesos que se les adeudan.

El conflicto comenzó en octubre cuando la patronal dio de baja a 24 empleados y empezó a incumplir con los pagos para los 96 operarios que quedaron en la fábrica. A partir de ese hecho, el personal bloqueó los portones del predio.
En la última semana, a pesar de que hubo principios de acuerdo por el pago de la deuda que mantenía la Provincia por productos, los cesanteados aseguraron que no frenarán las medidas de fuerza hasta cobrar la totalidad de lo que se les debe.

Quintero señaló que “la empresa se cerró en que no tiene plata” y agregó que necesitan que el Gobierno intervenga de manera que la patronal cuente con fondos. “El ministro (Jorge) Moreno se comprometió a darnos soluciones a los despedidos y ahora nos dijeron que no creen que puedan reincorporarnos”, agregó. Por otra parte, Quintero señaló que los operarios despedidos están teniendo dificultades para realizar los trámites por el fondo de desempleo en la ANSES.